El presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró hoy la situación de "desastre nacional" en el país por las graves inundaciones que han causado al menos 51 muertos, cuatro desaparecidos y unas 45.000 familias damnificadas.
La declaración fue aprobada en un decreto leído hoy por el ministro de Defensa, Walker San Miguel, después de que Morales visitara el lunes el departamento amazónico de Beni, la región más azotada por las inundaciones.
El decreto autoriza a los ministerios de Planificación del Desarrollo y de Hacienda a gestionar, negociar y promover la financiación de los recursos necesarios para responder a la emergencia en fuentes internas y externas.
El Gobierno había descartado el fin de semana pasado la declaración de desastre en Beni con el argumento de que no era necesario, pero las autoridades de esa región amazónica lo hicieron por su cuenta, al margen de las decisiones gubernamentales.
Las autoridades de Beni, que son opositoras a Morales, acusaron al Ejecutivo de haber actuado con criterios políticos con esa decisión, lo que fue negado por las autoridades nacionales.
El ministro San Miguel señaló que no hubo demora en las decisiones gubernamentales porque, recordó, forman parte de un proceso, dado que la situación de desastre durará varios meses y la reconstrucción hasta un año.
Según el informe oficial suministrado hoy por el Gobierno hay al menos 57 municipios del país, de un total de 327, que han sufrido daños por los efectos del fenómeno climático de "La Niña".
