El programa de Cuatro, "Callejeros", sigue su recorrido por los barrios marginales de grandes o menos grandes ciudades, mostrando que no todo es bonito en la vida urbana. En el reportaje de esta noche, "Las 600", el programa se adentra en el barrio de Albacete que lleva este nombre, donde existe mayor población infantil e inmigrante y mayor índice de desempleo y economía sumergida.
La única actividad empresarial del barrio de Las 600, que se puso en pie a mediados de los años 70 dentro de un plan para erradicar el chabolismo, son tres tiendas, un quiosco y un bar.
En este barrio, en el que sus 3.000 vecinos reivindican vivir en mejores condiciones, se pagan 32 euros de media por alquilar pisos de 2, 3 y 4 habitaciones, en edificios de cuatro plantas sin calefacción ni ascensor. Muchos de estos pisos están deshabitados y vacíos y otros acogen de forma ilegal a los que no tienen donde meterse.
Además, la cárcel de Albacete, situada a escasos kilómetros del barrio, es un continuo ir y venir de vecinos, como María Ángeles, que camina por la carretera con su hijo de la mano para tener comunicación con su marido, preso desde hace 5 meses.
También pueden verse a otros vecinos como José María, a quién le quedan 18 meses de tercer grado, o Rafael, en rehabilitación con metadona, que sale por primera vez después de varias condenas.
En el segundo reportaje, "Callejeros" ofrece un interesante trabajo sobre la compra y venta de productos de segunda mano, desde trajes de novia sin estrenar por haberse cancelado la boda, a 600 euros, hasta nichos y sepulturas en cementerios que ya están llenos y que se ofrecen por más de 20.000.
En el mercado de segunda mano hay de todo por eso, en estos tiempos de crisis, el número de personas que acuden a las tiendas a vender o comprar cosas usadas se ha disparado.
