Las siglas Apadah responden al nombre de la recién creada Asociación Palaciega por el Déficit de Atención y la Hiperactividad, que de momento ha reunido a los padres de casi un centenar de niños afectados por este trastorno que en el argot psicológico se conoce con otras siglas: TDAH. Un 5% de los niños en edad escolar lo padecen, por lo que, en un pueblo de casi 40.000 habitantes como Los Palacios y Villafranca, el psicólogo José Antonio Lora, que asesora a estos padres, considera que podrían diagnosticarse más de 300 casos.
Aunque la asociación ya ha empezado a funcionar en el antiguo local que utilizaba la Policía Local, en la plaza del Ayuntamiento, lo inaugurarán mañana "para dar a conocer nuestras actividades a cuantos más padres, mejor", según su presidente, José Calancha. Entre ellas se encuentran talleres de habilidades sociales, técnicas de estudio y concentración para los críos, además de una escuela de padres y un servicio de asesoramiento a los centros escolares. "Lo que perseguimos es que estos niños no terminen como antes, en la última fila de la clase", sostiene el secretario de la asociación, Manuel Tejero.
Entre los afectados por el TDAH, trastorno neuroconductual de origen fundamentalmente genético (tres veces más frecuentes en los varones que en las niñas), hay básicamente tres tipos: en los que predomina una falta de atención, que no suelen ser hiperactivos; los predominantemente hiperactivos o impulsivos; y el tipo combinado. "Nuestro objetivo principal es favorecer la integración de las personas con este trastorno y ayudarles a superar las dificultades diarias", explica Lora. "A mí la vida, desde que estoy preocupándome por esto y tratándolo en el psicólogo, me ha dado la vuelta como un calcetín, porque antes era incluso yo el que empeoraba las situaciones con mi hijo", asegura Calancha, que valora especialmente el diagnóstico precoz y que toda la familia "trabaje unida".
Algunos de los rasgos de la inatención e hiperactividad que se asocian con el TDAH son no lograr mantener la atención a detalles, realizar movimientos nerviosos con manos o pies, retorcerse en el asiento, contestar abruptamente antes de que termine la pregunta o tener dificultades para mantener la atención incluso en actividades de diversión. Claro que estas pueden ser características consustanciales a todos los niños, por lo que los expertos recomiendan no sobrediagnosticar y asesorarse correctamente.
"Es lo normal en los niños, pero debemos aprender cómo tratarlos para que mejoren en la escuela", explica Pilar, una de las madres de niños hiperactivos, confiada en que la nueva asociación se convierta en un referente en su pueblo.
