Desde las once y pico de la mañana andaban de aquí para allá: del bar El Jueves al mercado, del mercado al bar. "A cada uno nos dijeron que trajéramos nuestros delantales y tres camisetas de distintos colores y estampados", y ya los encargados de vestuario elegían lo más adecuado, que para eso son los especialistas, contaba María de los Ángeles García, cuyo puesto es una de las pescaderías. "A mí me han cambiado tres veces de delantal, ya no sé ni lo que vendo", bromeada otro de los tenderos que andaban por allí.
En El Jueves se cambiaron de ropa, se comieron su bocadillo y su refresco a media mañana, uno retoques de maquillaje y a ensayar la canción, porque ese es el papel fundamental de todos en el anuncio, cantar: Viajar a Vietnam, comprarme Vietnam, cerrar pa' un partido con mis colegas. El Sánchez Pizjuán , un Fórmula one, una torre de flan, a un mayordomo que venga por horas. Llamarle Julián, y todo al compás de las palmadas del director de este peculiar coro. Así escrito parece incoherente y eso es lo que lo hace divertido. Pero en vivo y en directo cambian las sensaciones. Escucharlos cantar con ese entusiasmo, salero y espontaneidad que caracterizan a las cincuenta personas elegidas, es lo que le da brillo y buen rollo a la canción. Y la espontaneidad es la principal razón por la que se ha elegido Sevilla, y el mercado según el director de Publicidad, César Palazuelos. No querían actores que interpretaran el papel de esos trabajadores o clientes, sino a las propias personas que cada día están o van al mercado para que la gente cuando vea el spot se sienta identificada con ellos, con lo que cada uno desea hacer si algún día le toca La Primitiva.
La pregunta era obligada en un anuncido de este tipo: ¿qué haría si le tocara La Primitiva? "Dar la vuelta al mundo, me encanta viajar", cuenta Miriam Vaquero, clienta habitual del mercado y que comenzaría su viaje por América. Manuel Martínez quitaría a su "padre de trabajar en la pescadería y ¡a vivir la vida que son dos días!", dice con gran alegría. Es lo que la mayoría tiene en mente hacer, "viajar y no trabajar más", como Julio Uncala. O si no esté atento a su amigo Francisco Javier González que si suerte hace que gane invita a "todo el mundo a cervezas y pescaito frito", ¿quién se apunta?
A ninguno les ha tocado La Primitiva, por el momento. Ayer al menos les era sufiencte la ilusión y la ganas que rebosaban por participar en el anuncio. A ver si la Diosa Fortuna les echa una mano. Aunque se dice aquello de que el dinero no da la felicidad, afloja y alivia el cinturón que a todos aprieta cada mes.
El rodaje del anuncio comenzó en Sevilla el lunes. Grabaron en el Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz , con su personal sanitario. Imagínese el jolgorio en el hospital. Y no termina aquí, sino que continúa en el País Vasco (en una granja en Zizurkil) y en Madrid (en una lavandería y en un bar) un triángulo que represente un poco a los españoles.
