"Dos palabras: unidad y cambio". Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, se ha dirigido hoy por última vez a los militantes en el 38 Congreso en un discurso breve, de no más de veinte minutos, en el que ha subrayado que la flamante ejecutiva federal integra al 80% de los militantes. "Ayer me votasteis un 52%. Son 30 puntos más de unidad" , celebró. El líder de los socialistas propuso "un cambio de óptica, de ritmo, de paso". "Hasta ahora hemos reflexionado sobre las razones por la que nos dejaron de votar los españoles en las últimas elecciones, ahora, desde mañana lunes, nos toca reflexionar sobre las razones que les vamos a dar para que nos vuelvan a votar", defendió.
La ejecutiva federal del PSOE ha recibido el apoyo del 80,42% de los militantes. Un porcentaje por debajo del que obtuvo en 2000 la dirección que configuró José Luis Rodríguez Zapatero (90,2%). No era fácil recomponer la situación después de que el PSOE haya estado hasta hace 24 horas dividido en dos bandos y enfrentado en una dura guerra, hasta con acusaciones de juego sucio. Muchos del equipo de Carme Chacón entienden que la resultante no es una ejecutiva de integración. No obstante el apoyo obtenido ha sido muy mayoritario. El más aplaudido ha sido sin duda Patxi López, también Eduardo Medina.
El andaluz José Antonio Griñán ocupará la presidencia del PSOE en sustitución de Manuel Chaves. Una decisión en clave electoral, dirigida a recomponer la figura de Griñán después de que muchos lo vean como uno de los grandes perdedores de este congreso por la fuerte apuesta de su ejecutiva por Carme Chacón, que ha conseguido desgarrar en dos el partido en Andalucía a menos de 50 días de la cita con las urnas. Ahora, aseguran todos en el PSOE, la prioridad son las elecciones andaluzas, una comunidad donde por vez primera el PP tiene posibilidad de alcanzar una mayoría absoluta.
En sus primeras palabras hacia su nueva dirección, Rubalcaba ha advertido de que es una ejecutiva en la que nadie se debe sentir representante de ningún territorio ni de ninguna generación. "Todos sois un equipo", les ha advertido.
Rubalcaba ha defendido que del 38 Congreso sale un nuevo partido. "Hemos introducido las primarias a las francesas, con simpatizantes, para la elección de nuestro candidato a la Presidencia del Gobierno" y "nos hemos dotado de nuevos esquemas de participación para que los votantes se impliquen más en la vida interna del partido", ha señalado.
El líder de los socialistas exigió a los suyos que hagan una "oposición útil" que articuló en tres palabras: "Consensuar, discrepar y confrontar". Acusó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de anteponer los intereses electorales de su partido en Andalucía a la aprobación del Presupuesto. "Justo lo contrario de lo que hizo Zapatero", señaló.
"Somos un partido fuerte, un gran partido, un partido que actúa con grandeza, con altura de miras, con responsabilidad, con sentido de país. Un partido al servicio del conjunto de los españoles. Os pido que sigamos siendo fuertes. Audaces", ha arengado el secretario general.
Rubalcaba ha dado las gracias con una especial intensidad a Zapatero y a otros dos compañeros de la anterior ejecutiva, José Blanco y Manuel Chaves, dos "compañeros magníficos".
Como anécdota, Rubalcaba no se acordaba del nombre del representante de los empresarios. El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, que ha asistido a la clausura como el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, o el de UGT, Cándido Méndez.