El Ayuntamiento de Sevilla marcó el sábado otro hito en la ordenación del tráfico de la ciudad. La delegación de Movilidad procedió a ejecutar el sentido único en la circulación de la denominada segunda ronda, que comprende las avenidas de Pueblo Saharaui, Llanes, Pío XX, Sor Francisca Dorotea, Doctor Leal Castaño, Doctor Marañón y José Díaz en dirección a Concejal Alberto Jiménez Becerril. Se trata de la culminación del proyecto de sentido único en la Ronda Histórica hacia la Florida, que ahora cuenta con grandes avenidas en un solo sentido hacia el río como alternativa de circulación. En este caso, los números dan la razón al ayuntamiento. La Ronda Histórica ha ganado en fluidez desde la reordenación viaria y la alternativa inaugurada ayer apenas ofreció problemas de colapso más allá de la desinformación propia del primer día y la lluvia, que aumentó un 5% la presencia de vehículos respecto a un día laborable normal. El Ayuntamiento, sin embargo, no debe confiarlo todo a la bondad de las medidas que pone en marcha. La forma de ejecución supone una parte importante del éxito o el fracaso, sobre todo por la percepción ciudadana. En ese sentido, el consistorio está obligado a realizar una ambiciosa campaña de información a los conductores y residentes en la zona. Porque no sólo cambian las grandes avenidas; otra veintena de calles de la Macarena han cambiado de dirección como consecuencia de la reordenación y eso exige información, así como la obligación de que las obras estén ejecutadas cuando se pone en marcha. Más allá de las mejoras necesarias en ambas cuestiones, es indudable que el sentido único acarreará beneficios al tráfico de Sevilla, además de aumentar la velocidad comercial de los autobuses y taxis con los contracarriles reservados. El ayuntamiento debe continuar su política de avenidas de sentido único con la bandera de la transparencia y la máxima información a los afectados.
