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Cameron estudia prohibir las redes y no descarta un despliegue militar

El primer ministro presenta medidas más rigurosas y afirma que la actual presencia policial se mantendrá hasta el domingo.

el 11 ago 2011 / 20:54 h.

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Operarios retiran los escombros de una tienda de muebles

Tras cuatro días de enfrentamientos sin precedentes en las calles de Reino Unido -y pese a la primera noche en calma desde que comenzó la oleada de disturbios-, el primer ministro británico, David Cameron, compareció con un tono endurecido ante la Cámara de los Comunes pidiendo "unidad" y sin descartar expresamente un despliegue del Ejército como "último recurso" para controlar definitivamente los disturbios producidos en Londres, Birmingham y otras ciudades británicas de cara a los próximos días, si bien afirmó que, para evitar un rebrote de violencia, la actividad policial actual (16.000 efectivos) se mantendrá en los mismos niveles hasta el domingo, teniendo además autorización para quitar máscaras o cualquier elemento que cubra la cara a los ciudadanos para identificarles en caso de que haya "indicios razonables" contra ellos.

Con este mismo objetivo, Cameron presentó un paquete de medidas más rigurosas que dotarán a las fuerzas del orden de nuevos instrumentos para frenar altercados y situaciones similares en el futuro. Entre ellas, además de la retirada en las calles de cualquier tipo de máscara de individuos sospechosos, figura la posibilidad de ordenar el toque de queda; la ampliación de poderes a la justicia para dictar sentencia; la puesta en marcha de planes antibandas como los de Estados Unidos; y, por último y muy en consonancia con los hábitos sociales actuales de la población, el desarrollo de un plan de control sobre las redes sociales -una medida también promovida en Nueva York, donde crearán un grupo específico para rastrear las redes de comunicación-.

Y es que, tras lo ocurrido con los servicios de mensajería de Blackberry y con Twitter -que según la Policía fueron usados por los jóvenes para coordinar sus acciones en los saqueos-, el gobierno estudia "hacer algo para interrumpir el servicio cuando se enfrenta a estos problemas". "Estamos manteniendo conversaciones con los servicios de inteligencia con la industria. Aún no hemos propuesto nada", añadieron fuentes gubernamentales a diversas agencias.

El primer ministro británico hizo referencia además a los daños materiales provocados por los disturbios, tasados en 200 millones de libras (227 millones de euros). Los dueños de tiendas y viviendas dañadas recibirán sus compensaciones aunque sus casos no estén cubiertos por la ley de disturbios, mientras que el tiempo de reclamación se extenderá de 14 a 42 días.

Cameron, que no perdió la oportunidad de aludir a las causas profundas de lo ocurrido y negar cualquier fallo policial, anunció asimismo que destinará una ayuda de emergencia de 20 millones de libras (27 millones de euros) para atender de forma inmediata las pérdidas de los negocios. Los comerciantes británicos advirtieron en este sentido a las autoridades sobre las graves consecuencias que los disturbios de los últimos días van a tener sobre la frágil economía nacional, una ves se ha sabido que el 10% de las compañías de ocio y comercio se han visto afectadas.


Casi 1.500 detenidos. Según informó El Mundo, la policía londinense ha detenido ya a 888 personas por los disturbios vividos en la capital británica desde el sábado pasado, de los que 401 han sido acusados formalmente, a razón de los últimos datos divulgados. La cifra de detenidos en Londres aumenta así en 34 personas con respecto al último dato ofrecido y el total de arrestados por la ola de violencia en el Reino Unido asciende a 1.463, según cifras oficiales.

Ayer fueron detenidos tres jóvenes por su posible relación con la muerte de tres musulmanes de origen asiático en Birmingham, que fueron atropellados cuando defendían las tiendas de los saqueos. Por esas muertes, ocurridas en la madrugada del miércoles, ya fue arrestado un hombre de 32 años que este jueves quedó en libertad bajo fianza, según informó la policía de esa ciudad del centro de Inglaterra. También fue arrestado un hombre en Londres por atracar a un joven malayo al que aparentemente estaba ayudando, según se recoge en un vídeo grabado y colgado en Youtube que ha dado la vuelta al mundo y ha desatado la indignación en Reino Unido.

Tras la capital, la zona con mayor número de detenidos es la región de West Midlands, en el centro del país, con 330. En Manchester han sido arrestadas 140 personas y otras 105 en Nottingham. Solo ayer, Scotland Yard detuvo a otro centenar de implicados en los disturbios y los agentes realizaron redadas en domicilios en el barrio de Pimlico, en Londres.

Varios tribunales permanecen abiertos para agilizar los numerosos casos pendientes tras la avalancha de detenciones -casi cien personas comparecieron ante la corte de magistrados de Westminster-.Entre los detenidos hay varios menores, incluida una niña de 11 años en Nottingham, que sigue bajo custodia como sospechosa de cometer "actos delictivos". La menor, aconsejada por su padre y su abogado, se declaró culpable de intento de daño criminal y de cometer daños durante los disturbios.

La policía de Nueva York vigilará en internet

Según recoge The Guardian, David Cameron afirmó que están trabajando “con la policía, los servicios de inteligencia y la industria para ver si sería justo que la gente deje de comunicarse a través de redes como Twitter o Facebook y servicios como BlackBerry y Messenger cuando se sabe que están conspirando para la violencia, el desorden y la delincuencia.

También he preguntado a la policía si necesitan nuevas competencias”, destacó el primer ministro británico. Sin embargo, la decisión de ‘desconectar’ a los alborotadores supondría un importante cambio en la política de gestión de internet en Reino Unido que generaría un fuerte debate.

Y es que, la situación vivida en las islas británicas ha hecho reflexionar estos días a los gobiernos y a los cuerpos del estado de todo el mundo. En medio de un complejo debate, las redes sociales han sido muy criticadas por las facilidades que ofrecen para promover, organizar y coordinar los disturbios producidos.

De hecho, el servicio de Blackberry Messenger ha sido citado por muchos como la herramienta de comunicación más utilizada por los participantes en los disturbios.

Ante este tipo de usos de las redes sociales y de comunicación, conocer los contenidos que generan se ha convertido en una prioridad. Un ejemplo es el de la ciudad de Nueva York, que ha optado directamente por crear una sección en el cuerpo de policía específicamente dedicada a controlar estas vías.

Los policías seleccionados para trabajar en el nuevo departamento tendrán como objetivo vigilar y rastrear las distintas redes sociales, como es el caso de Facebook y Myspace, y las de comunicación como Twitter, con la finalidad de estar permanentemente informados sobre los movimientos que se producen en el entorno de la red.

La policía podría con este departamento anticiparse a concentraciones masivas o planes que puedan desencadenar en situaciones como las acontecidas desde hace unos días en Reino Unido. Según informa el portal NYDailyNews, al mando del nuevo departamento estará Kevin O’Connor, un agente especializado en delitos informáticos y con experiencia en el mundo de los social media. 

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