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Cameron gana pero necesita a Clegg para gobernar

El ‘tory’ ofrece un pacto global, incluida la reforma electoral.

el 07 may 2010 / 13:59 h.

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El líder del Partido Conservador, David Cameron, ganador de las elecciones británicas aunque sin mayoría absoluta, ha tendido una mano a los liberaldemócratas con una oferta "global" de gobierno, que los dos partidos comenzaron a discutir ya anoche. El Partido Liberal Demócrata de Nick Clegg afronta una decisión histórica que podría abrirle las puertas del Gobierno por primera vez desde su refundación en 1988.

Con 306 escaños (36,1% de los votos), los conservadores han sido los que más representación han obtenido en la Cámara de los Comunes de Westminster, frente a los 258 del aún gobernante Partido Laborista (29,1%), pero tendrán que buscar aliados. Al no llegar los tories en estas elecciones (con una participación del 65%) a los 326 escaños necesarios para gobernar en solitario, el Reino Unido se encuentra por primera vez desde 1974 con un Hung Parliament (Parlamento colgado) una tesitura complicada que fuerza a los dos grandes partidos a negociar eventuales alianzas o apoyos tácticos.

Ante una situación así, el todavía primer ministro y líder laborista, Gordon Brown, está legitimado para continuar al frente del gabinete mientras se trata de buscar una salida, aunque ha optado por ceder su turno a Cameron para que sea el conservador el primero que comience su ronda de contactos para formar gobierno. Además, el liberaldemócrata Nick Clegg, cuya formación logró un resultado decepcionante en las urnas al obtener solamente 57 escaños (23% de los votos) tras la euforia de la campaña, reiteró ayer su convicción de que corresponde a los conservadores dar el primer paso para formar gobierno.

Sus palabras fueron rápidamente aprovechadas por el líder tory, que se apresuró a hacer una invitación a los liberaldemócratas, con quienes, pese a discrepar en materias clave, se ha mostrado dispuesto a encontrar vías de entendimiento. "Quiero hacer una oferta global, amplia y sincera a los liberaldemócratas. Quiero que trabajemos juntos para afrontar los grandes y urgentes problemas de nuestro país", manifestó Cameron. El líder tory advirtió, sin embargo, de que su partido sigue "opuesto firmemente a conceder más poderes a la Unión Europea" y no será "blando" en materia de inmigración frente a la propuesta liberaldemócrata de regularizar la situación de los "sin papeles" que lleven años viviendo en Reino Unido.

Cameron también dejó claras sus diferencias con los liberales en materia de defensa al aludir, aunque sin nombrarlo, a que no aceptará la no renovación del sistema nuclear Trident, uno de los puntos clave del "manifiesto" liberal. Asimismo, indicó que los tories siguen "completamente convencidos" de que el nuevo Ejecutivo, sea cual sea, que heredará el peor legado que recibe un gobierno en al menos 60 años, deberá empezar a recortar este año "el récord de 163.000 millones de libras de déficit".

Comenzar este mismo año a atajar el enorme déficit presupuestario que sufre Reino Unido es un objetivo prioritario de los conservadores, en el que difieren de liberaldemócratas y laboristas, partidarios ambos de posponer los eventuales recortes hasta que vaya consolidándose la recuperación económica. Cameron concedió, sin embargo, que su partido podría ser flexible en ciertos asuntos, en beneficio de una colaboración "sincera y confiada" entre los dos grupos. A este respecto, recordó que ellos también se oponen a la introducción de los carnés de identidad que quieren los laboristas y son asimismo favorables a una "economía verde". Otro posible punto de consenso es la común oposición de conservadores y liberales a la propuesta laborista de incrementar la cotización a la seguridad social. Y lo que puede ser más importante para los liberaldemócratas: el líder tory renunció a la radical oposición mostrada hasta ahora a la reforma del sistema electoral a fin de hacerlo más representativo -una exigencia del partido de Clegg-.

La oferta de los conservadores coloca ahora al líder liberal demócrata ante un dilema, ya que Brown ha ofrecido también negociar una alianza en caso de que no llegue a un acuerdo con los tories dado que ve a su partido fuera del Gobierno después de 13 años y cómo la apuesta por un Nuevo Laborismo que comenzó con su antecesor, Tony Blair, parece que ha llegado a su fin.

Quien también ha sufrido un descalabro ha sido el ultraderechista y xenófobo Partido Nacional Británico (BNP), del eurodiputado Nick Griffin, que no ha conseguido un sólo escaño. Y aunque no se puede calificar como descalabro, la libra esterlina también acabó resentida en los mercados de divisas, al cambiarse a 1,1604 euros.


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