La concejal del ramo, Dolores de Pablo-Blanco, presenta la campaña.
Ni un solo anuncio de prostitución en las calles, para no empujar a los posibles clientes hacia una práctica que la concejal de Bienestar Social, Dolores de Pablo-Blanco, equiparó ayer a la violencia que sufren los excombatientes de guerra y las víctimas de tortura. Con tan contundente mensaje, no extraña que el Consistorio se haya esforzado en aplicar la prohibición que recogen las ordenanzas contra la prostitución, aprobadas hace dos años, para lograr la retirada de los carteles que solían poblar las vallas publicitarias de las afueras de Sevilla. Unas 15 o 20 lonas habrían sido retiradas por motivos sexistas desde que se engrasó el engranaje que también permite a los técnicos de Urbanismo, que otorgan las licencias publicitarias, denegarlas si el anuncio viola estos principios. La prohibición incluye cualquier soporte, incluidas las fachadas o los elementos móviles que solían dejarse en solares vacíos y que, según De Pablo-Blanco, es evidente que han desaparecido. En cambio, se expondrán en 160 banderolas, 10 lonas y otros formatos la campaña municipal con el lema La prostitución no es diversión, es violencia. El balance que presentó la delegada con motivo del Día Internacional contra la Prostitución incluía también la retirada de licencia a cuatro clubes de alterne, la aportación municipal en los registros de locales en los que había indicios de que se ejercía la prostitución. Aunque el delito compete a la Policía Nacional, en los casos en los que se ha detectado la explotación de mujeres se ha retirado la licencia a los locales por incumplir la actividad para la que se le concedió.
El Consistorio también concede subvenciones a las entidades que trabajan para sacar a las prostitutas de la calle y lograr su reinserción, y colabora en programas para su atención sanitaria y laboral, además de ejercer presión policial sobre los clientes, a los que en el primer semestre se les han impuesto 34 multas.
