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Campaña. Elcandidato Espadas frente al alcalde Monteseirín

Hay debates en el aire que quiere dirigir Espadas, como las tarifas
de Tussam o el cierre del Centro

el 04 sep 2010 / 17:15 h.

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El hueco de Espadas. Las palabras de José Antonio Viera el pasado viernes advirtiendo de que ahora llegaba el turno del candidato y no del alcalde, no son anecdóticas. La actitud del regidor en las últimas semanas ha desconcertado a la Ejecutiva, al equipo de Espadas e incluso a su grupo municipal. Como destacan desde su entorno, Monteseirín no le ha dado la espalda a la candidatura. Ha cedido a Lucrecio Fernández, hombre de confianza de Espadas un sitio privilegiado con acceso a las reuniones del grupo socialista y a las de coordinación con IU; y ha dado instrucciones para que prácticamente todo lo que se haga pase por la oficina del candidato -a excepción de algunas decisiones que se han hecho públicas este verano y que no han salido de la Plaza Nueva como el rescate de los aparcamientos-. Pero ha adoptado un elevado ritmo de presencias públicas -inauguraciones, visitas, propuestas- que podía dejar sin espacio al candidato. De ahí el mensaje de Viera y la intención del PSOE de coordinar mejor la estrategia a partir de la semana que viene cuando despegue realmente Espadas. Hay quien recuerda tiempos recientes en los que la actitud de Monteseirín fue muy distinta: como cuando cedió todo el protagonismo a Rodríguez Gómez de Celis y desapareció de escena.

 

El despegue. Este desajuste ha sido uno de los factores, pero no el único, que han influido en el retraso en la salida de Espadas. Su equipo y él mismo no vieron adecuado forzar su presencia en agosto y, sobre todo, no han querido lanzar al candidato oficialmente hasta no tener una estructura amarrada. Un equipo contratado, un programa consolidado, y pequeños detalles. Espadas se fotografiaba esta semana en el Centro, quería tener imágenes recientes para su campaña. Al mismo tiempo, ultima su blog y se esfuerza en su perfil de Facebook. Arranca de momento con 1.200 amigos; Zoido lleva acumulados 4.800.

Tussam y obras. Al margen del alcalde, la Plaza Nueva sigue sin ser un escenario demasiado cómodo. La tranquilidad que reclamaba un sector del PSOE para este final de curso se da ya prácticamente por imposible. Hay grandes obras abiertas, unas simbólicas y otras con mucha incidencia en el tráfico, y no se va a dar un respiro a la población al menos hasta enero de 2011. Eso, los proyectos que estén listos entonces. Otros ni siquiera llegarán. Tampoco hay una unanimidad en el PSOE sobre la idoneidad de activar las cámaras del Centro en este momento - "era una iniciativa buena para el primer año del mandato", resumía un dirigente socialista-, y hay un debate en ciernes que se prevé largo y complicado: se deben o no se deben subir las tarifas de Tussam antes del final del mandato. La empresa no puede más, no hay casi ni para pagar nóminas, pero el desgaste se empieza a considerar excesivo. Es una de esas decisiones que deberán ahora pasar por la oficina del candidato. Por el equipo de Juan Espadas coordinado por Miguel Ángel Vázquez, Enrique Cousinou, Carmelo Gómez y Alberto Moriña, entre otros.

La renovación. El mensaje de renovación empieza a tomar forma en el PSOE también en las listas electorales y ese debate tiene un desgaste que los socialistas quieren retrasar el máximo tiempo posible. Si puede ser hasta el primer trimestre de 2011. Declaraciones como las de Rosamar Prieto-Castro anunciando su salida no contribuyen no obstante a este intento de congelar un proceso que pondrá de nuevo a las agrupaciones en el punto de mira. Unas, porque sus secretarios generales están en la Corporación y su continuidad puede ser debatida como Francisco Fernández o Alfonso Mir; otras porque sus secretarios no lo están y podrían estarlo como Ramón Díaz o Manuel Llorente; y en otros casos porque habrá que hacer importantes ajustes para hallar un equilibrio. Como en Centro, con nombres como Nieves Hernández en una situación difícil, o en Triana, que tiene en estos momentos una alta representación.

 El socio. Dejar este debate aparcado tiene un objetivo: centrarse en movilizar a un electorado con una tendencia a la abstención mucho más elevada que en otros procesos. Y en ese camino PSOE e IU se necesitan. La federación observa con recelo los movimientos de los socialistas. "Es un momento duro, y siguen sin estar", apuntaban desde la coalición. IU aún aguarda qué perfil va a adoptar Juan Espadas y qué estrategia va a llevar a cabo para remontar una situación desfavorable. El PP no sólo ha hecho una dura oposición durante estos años sino que rema con el viento a favor, tiene a su candidato encauzado y aún se guarda cartas en la manga. fjalonso@correoandalucia.es

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