Sin asientos para el público y convertida en una funcional sala sanitaria, el salón de plenos del ayuntamiento mostraba ayer una imagen bien distinta a la habitual. Camillas, agujas y bolsas con sangre llenaban las dependencias municipales, todo ello por una buena causa que convocó a los utreranos más solidarios, que participaron en el primer maratón de donaciones de sangre que acogía la ciudad.
En un período del año como es el verano, en el que el índice de extracciones desciende considerablemente, se celebró esta novedosa iniciativa promovida por el centro regional de transfusiones sanguíneas de Sevilla, en colaboración con el Consistorio utrerano, enmarcado en el proyecto puesto en marcha por la entidad regional en otros municipios de la provincia, así como en la propia capital hispalense.
Además, con la propuesta de ayer, Utrera tenía el propósito de aumentar su índice de donaciones. Y es que, si las recomendaciones de las autoridades sanitarias europeas y las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen como número idóneo el de 45 donaciones por cada 1.000 habitantes al año, el registro se sitúa en 15,53 en la localidad utrerana, frente a cifras como las sevillanas (32), las andaluzas (34) o las españolas (38).
Sin embargo, estas cifras "no quieren decir que los utreranos sean insolidarios con las donaciones, sino que muchos de ellos no las realizan en su ciudad de origen, sino en las distintas facultades universitarias, centros de trabajo, e incluso lugares de ocio de otros municipios o de la capital", señaló la responsable de comunicaciones del centro regional, Adoración Díaz.
De hecho, en los últimos años ha ido aumentado el nivel de donaciones en Utrera, ya que en 2006 se situaban en 837 y este año espera que llegue a las 1.500 donaciones anuales.
Con estos datos sobre la mesa, ayer no fueron pocas las personas que se acercaron hasta la casa consistorial y subieron a la primera planta del inmueble, donde se encuentra el salón de plenos, para llevar a cabo una práctica tan solidaria como es la de donar sangre, "un medicamento que no se puede fabricar ni sustituir", comentó el concejal de Sanidad, Francisco Serrano.
Incluso el alcalde, Francisco Jiménez (PA), se sumó a la iniciativa tumbándose sobre una de las camillas, con la intención de poner su granito de arena a esta iniciativa. Junto a él, otros muchos utreranos de a pie acudieron a la cita "porque debemos ser solidarios, ya que cualquier día nos puede hacer falta esa sangre a nosotros mismos".
No obstante, parece que las expectativas planteadas por los sanitarios no llegaron a cubrirse por completo, bien sea precisamente por estar en fechas veraniegas, o quizás por la proximidad de la última campaña de donaciones realizada en el municipio.
