La española Natalia Rodríguez, que había cruzado la meta en primer lugar en la final de 1.500 metros, resultó descalificada por causar la caída de la etíope Gelete Burka, y en consecuencia la bahrainí Maryam Yusuf Jamal, que había sido segunda, revalidó su título. La tarraconense perdió de forma dolorosa el oro.
El Jurado de Apelación desestimó la reclamación presentada por la delegación española. Rodríguez había conseguido la victoria con un tiempo de 4:03.36 pero el roce con Burka, cuando la tarraconense intentaba pasar por dentro al entrar en la última curva, le costó una medalla de oro que, a juzgar por su gran superioridad en la recta, probablemente habría ganado también de no haber mediado el incidente.
El público del Olympiastadion protestó por la maniobra de la española, que unos minutos después fue descalificada en aplicación del artículo 163.2 del reglamento de la IAAF. "Cualquier competidor que obstruya o empuje a otro atleta de modo que le impida progresar será descalificado de la prueba", reza el citado artículo.
La madrileña Nuria Fernández, la otra española en la final, llegó quinta a la meta con 4:04.91 y avanzó al cuarto puesto con la descalificación de Natalia. Era la última opción de medalla para España, que contaba ya con el oro de Marta Domínguez en 3.000 metros obstáculos y el bronce de Jesús Ángel García Bragado en 50 kilómetros marcha.
Rodríguez, de 30 años, había sido dos veces sexta en Mundiales (2001 y 2005) y partía en esta final "con opciones a todo", según dijo tras superar las semifinales con su mejor marca del año (4:03.73). La tarraconense salió atrás. El ritmo era lento (1:06.66 en los 400) y nadie quería asumir responsabilidades.
Nuria marchaba en el centro. A dos vueltas del final Natalia se colocó por fuera. Se pasó el 800 en 2:15.13 y en ese punto atacó la etíope Gelete Burka, que puso al grupo en fila. Natalia, sobrada de fuerzas, quiso adelantar por dentro, tocó a Burka y la etíope rodó por la pista poco antes de entrar en la última curva. En la recta, la española se mostró muy superior a Jamal y a Dobriskey. Burka se derrumbó tras cruzar la línea de meta, y Rodríguez se apresuró a interesarse por su estado.
Después de haber sido sexta en la final olímpica de Pekín con una preparación insuficiente tras su maternidad, Natalia Rodríguez ha podido este año entrenar sin contratiempos, ha recuperado la confianza y estaba "preparada para cualquier cosa", es decir, para responder a cualquier perfil de carrera.
Tras la descalificación, estaba rota y calificaba la decisión de injusticia. "La verdad es que tengo la conciencia muy tranquila. He corrido bien, no he cometido falta alguna. A falta 150 metros (la etíope) Gelete (Burka) se abre un poquito, deja espacio y decido adelantar por dentro. En el momento que vio que yo iba a pasar se cerró, me desplazó hacia fuera, hubo un pequeño forcejeo, ella cayó y eso es todo", explicó la tarraconense.
"Sabía que podía ganar, pero son cosas que pasan", destacó la atleta española que aunque admitió que ese tipo de acciones interiores "son tácticas un poquito arriesgadas" pero insistió que no había "hecho nada malo" y consideró que si la caída hubiera sido antes "igual no pasa nada".
Natalia Rodríguez explicó que "hasta la última vuelta iba colocada detrás y he visto de todo en el grupo, pero como ha pasado al final es la que vale" y consideró que en la decisión del juez influyeron las protestas del grupo. "No me arrepiento, no soy una atleta a la que me guste arriesgar, meterse a base de codazos.
Si me decido pasar es porque he visto que había hueco", comentó. Natalia Rodríguez indicó que no dio la vuelta de honor porque "estaba todo el estadio silbando y era un poquito desagradable" y apuntó que, pese a que estaba contenta por su triunfo, al finalizar fue a hablar con Burka porque le "sabía mal" por la etíope.
La madrileña Nuria Fernández, cuarta tras la descalificación de su compañera, manifestó que para ella la campeona del mundo es Natalia Rodríguez.
"Tiene hueco para pasar, la etíope se da cuenta y como me pasó con ella en semifinales, ella es muy brusca, lo que pasa es que Natalia iba como un avión. Se ha desequilibrado y se ha ido al suelo".
