Economía

Campo de Tejada precocinará garbanzos del Aljarafe y Huelva

La cooperativa Campo de Tejada, dedicada a la comercialización de productos agrícolas y que aglutina a socios sevillanos y onubenses, planea abrir una planta de precocinados de garbanzos, el producto que le ha dado la fama, para quedarse con todo el valor añadido.

el 14 sep 2009 / 22:06 h.

La cooperativa Campo de Tejada, dedicada a la comercialización de productos agrícolas y que aglutina a socios sevillanos y onubenses, planea abrir una planta de precocinados de garbanzos, el producto que le ha dado la fama, para quedarse con todo el valor añadido. Y es que la diversificación es una de sus señas de identidad.

La nueva gran apuesta de la cooperativa a medio plazo es la puesta en marcha de una fábrica para envasar y precocinar garbanzos, con la idea de ir con el producto final mercado. Esta propuesta nace de la intención de la firma de quedarse con todo el valor añadido del producto. Para desarrollar esta propuesta, Campo de Tejada ha contado con la colaboración del El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de Palma del Río (Córdoba). La nueva fábrica estará lista en un año, según el presidente de la cooperativa, José Ortega.

Todo esto en un ambiente de problemas con respecto a esta legumbre, ya que el ataque de un hongo que se ensaña con la raíz ha hecho que su producción caiga considerablemente.

Fosarium.

Así se denomina la enfermedad que ataca al producto de la firma de Escacena del Campo más conocido por los consumidores, aunque está lejos de ostentar la mayoría de la producción -la cooperativa almacena y comercializa fundamentalmente cereal, como trigo y girasol-.

De hecho, el último año se han recogido 400.000 kilos de garbanzos, sobre todo de las zonas del Condado de Huelva y del Aljarafe sevillano, una cifra muy alejada de los 20 millones de kilos de trigo y los cerca de 13 millones de girasol. Además, también está muy por debajo del millón de kilos de garbanzo que se ha producido en temporadas anteriores, todo por culpa del hongo.

Esta situación ha llevado a la cooperativa, que nació en 1979, a buscar ayuda en la investigación, en concreto en la Universidad de Córdoba, para buscar una solución que permita conseguir una mayor pureza y resistencia a las plagas de la variedad blanco lechoso, que es la que produce la firma y con la que está obteniendo un gran éxito en el mercado. En esta iniciativa también participa la Fundación Cajasol. "La tierra nuestra es muy rica en potasa, que hace que la textura y la calidad del garbanzo sea extraordinaria", asegura el presidente de Campo de Tejada, José Ortega. La cooperativa andaluza envasa bajo dos marcas sus garbanzos: Campo de Tejada y Escacena.

El principal problema que tiene este hongo con respecto a otras plagas es que no se puede paliar con los productos químicos que existen ahora en el mercado, además de que se agarra a la tierra y, una vez que se infecta, es muy difícil volver a cultivar esta legumbre en ella. "Esperamos que dentro de unos tres años la investigación dé sus frutos. Se trata de un proceso que ya no se va a parar, porque es fundamental mantener esta variedad que se estaba perdiendo", añade Ortega.

La cooperativa cuenta, además de con las naves de almacenamiento, con una empresa de semillas -para conseguir variedades propias de gran calidad-, un servicio financiero para los socios, una gasolinera y una tienda, todo ello en Escacena del Campo. En la actualidad, negocia con una empresa de biomasa la puesta en marcha de una planta para producir esta energía renovable a medio largo plazo. Posiblemente la nueva planta se dirija a la producción de biodiésel. "El hecho de almacenar grandes cantidades de producto hace que no tengamos problemas a la hora de tener un lugar para producir la biomasa", añade Ortega.

La clave del éxito, según Ortega, estuvo en el inicio a obligar a los socios a entregar su producción durante cinco años. "Esta medida ha sido fundamental para asegurar el negocio durante muchos años", subraya.

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