El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, salió ayer "muy satisfecho y contento" tras declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJCV) por su imputación en el caso Gürtel. En las puertas del tribunal, ciudadanos le aclamaron al grito de "yes we Camps".
Tras declarar como imputado por un supuesto delito de cohecho ante el magistrado instructor del caso Gürtel, aseguró haber contado "la verdad" sobre su relación con esta presunta trama de corrupción del PP. El presidente de la Generalitat llegó a la sede del Tribunal de Valencia sobre las 08.50 horas y fue recibido por los tres vicepresidentes del Consell, Vicente Rambla, Gerardo Camps y Juan Cotino, y por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
A esa hora había ya medio centenar de personas congregadas en la puerta del Palacio de Justicia, que le ovacionaron con aplausos y gritos de "presidente".
Mientras Camps declaraba, el número de personas reunidas se elevó hasta el medio millar y se produjo un constante enfrentamiento dialéctico entre seguidores y detractores. Uno de los momentos más tensos se dio cuando un hombre arrancó una pancarta de las manos de varios miembros de la Intersindical Valenciana en la que se podía leer: "Amiguito del alma, ¿y las privatizaciones?". El hombre huyó con la pancarta y la rompió, acción que fue aplaudía y coreada con gritos de "¡Camps president!", "yes we Camps", "president, president" y "Elche" -en referencia a la investigación al alcalde ilicitano socialista, Alejandro Soler, por el caso de las facturas-. Los detractores les respondieron con "Camps dimite ya" y "a la prisión".
Para evitar que los partidarios y detractores pudiesen acercarse demasiado al presidente se montó un amplío dispositivo de seguridad, con vallas incluidas.
Camps salió del Palacio de Justicia sobre las 11.30 horas tras haber declarado durante unos 45 minutos ante el magistrado de la Sala de lo Civil y lo Penal encargado del caso, José Flors. Según las investigaciones que hizo del juez Baltasar Garzón antes de inhibirse en favor del tribunal valenciano, Camps adquirió trajes en diferentes tiendas por valor de 12.783 euros que fueron pagados por Orange Market a cambio de otorgar adjudicaciones a esta sociedad entre 2005 y 2009 por valor de 4 millones de euros.
Según informó ayer la Cadena SER, el líder popular valenciano admitió ante el juez que conoce desde hace años al empresario Álvaro Pérez, conocido como el Bigotes, quien presuntamente fue el que le regaló los trajes.Por su parte, en un escueto comunicado de prensa, el Tribunal de Valencia informó de que después de la declaración de Francisco Camps y de la del resto de imputados "el procedimiento sigue su curso" y advirtió de que no se puede difundir el contenido de las declaraciones, ya que el proceso se encuentra bajo secreto de sumario. En cualquier caso, tras la declaración el presidente continúa imputado por presunto cohecho.
En el día de ayer también declaró, el jefe del protocolo de la Diputación de Valencia, Rafael Betoret, que fue recibido igualmente con aplausos y gritos de "Rafael, Rafael". Betoret no hizo declaraciones. Sin llegar a coincidir con Camps, a las 11.50 horas, llegó al tribunal Álvaro Pérez, quien abandonó la sede judicial a las 12.40 horas. Únicamente atendió a los medios para indicarles: "Sigo respetando al tribunal y sigo respetando el secreto del sumario".
Por otro lado, el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) Antonio Pedreira, instructor del caso Gürtel en Madrid, rechazó ayer poner en libertad a Pablo Crespo y Antoine Sánchez, los dos principales colaboradores de Francisco Correa, presunto líder de la trama de corrupción.
