Usar un vaso de cristal fino, inclinarlo algo menos de 45 grados, accionar el tirador y dejar que empiece a caer el zumo de cebada, dejar que el vaso se llene de espuma desde la jarra que sostiene Gambrinus en alto hasta el borde del vaso sin que rebose y colocar el vaso en la barra con el emblema de la marca hacia el cliente. El jurado del Concurso de Tiradores de Cerveza de la Velá de Triana valoró que Ana Sánchez, camarera del bar Casa Diego, siguió a la perfección cada uno de estos pasos al servir las dos cañas de rigor, lo que le mereció ganar el primer premio del certamen imponiéndose al resto de la veintena de participantes, la mayoría profesionales de bares de Triana y el resto de la ciudad e incluso de municipios comoCamas y Santiponce. El premio:una escultura en bronce del templete de la Cruz del Campo y el orgullo de ser oficialmente la mejor tiradora de cerveza de la Velá. Cruzcampo lleva 30 años organizando este concurso en la fiesta trianera y según el presidente del jurado, Antonio Tomeno responsable del servicio técnico de Cruzcampo, o como él dice «al que siempre echan la culpa de todo» cuando la cerveza no sale como debiera, no hay campeones que repitan. «De hecho, el que ganó el año anterior [2012] no quedó muy bien el año pasado». Se apuntan sobre todo «baristas», no solo de Triana sino de toda la ciudad y de la provincia. Ayer acudió una chica «que dice que lleva ocho años intentando que le den el día de descanso en su trabajo para concursar y este año por fin le ha coincidido», explicaron los responsables de Cruzcampo. En el concurso se conceden tres premios consistentes en esculturas de bronce del templete el primero y el tercero (éste más pequeño)y del puente de Triana para el segundo. Además, cada año se distingue a un profesional ya jubilado, un reconocimiento que este año ha recaído en Francisco Iglesias Aguilar, más conocido como El Chato de Triana, por toda una vida detrás del mostrador en el Mercado de Abastos, Los Puentes, El rincón del Chato o el Kiosko de las Flores, entre otros emblemáticos locales del barrio. Con motivo del 30 aniversario del concurso, el maestro de ceremonias fue Pepe da Rosa, quien antes de empezar, al igual que el delegado del distrito, Curro Pérez, demostró sus dotes tirando cañas en una fiesta en la que según los responsables de Cruzcampo se consumen solo en las casetas unos 300 barriles durante la semana, es decir, 15.000 litros de cerveza. Sobre todo en días como el de ayer con los termómetros a 40 grados. Y es que al mediodía, el punto más concurrido de la Velá era el stand de Cruzcampo. En el resto de la calle Betis, salvo algunos grupos de las asociaciones que montan casetas que celebraban reuniones, solo se veían turistas preguntando a los vecinos qué fiesta había. También el jurado del premio a la caseta más trianera, que este año recayó en la número 23 de la Peña de Triana, decorada con azulejos de motivos taurinos y del barrio e iluminada por faroles. Los pintores Antonio Badía, Juan Romero (cartelista de 2013), Ángel Vela (presidente del comité de honor de la Velá) y Carlos González (funcionario del distrito) la escogieron por unanimidad, aunque según Vela «no ha sido fácil ya que hay cinco o seis que se lo han trabajado». El premio, un lote de productos Cruzcampo.