Sorpresivamente, el Betis ha sido uno de los grandes animadores del mercado de fichajes, uno de los equipos de Primera que más y mejor se ha reforzado de cara al curso que hoy arranca, pese a la 'economía de guerra' que se anunció desde el propio club en los albores del verano y que a la postre no ha sido tal. Sólo el FC Barcelona ha realizado una inversión económica (diferencia entre gastos e ingresos por traspasos) superior a la de los verdiblancos -que ha sido importante, aunque no tanta como venden desde el club, pues lo de los 9 millones de euros por Monzón ya ha sido desmentido desde Boca-, y aunque en fútbol inversión no siempre es igual a rendimiento parece claro que Francisco Chaparro ya tiene mimbres para aspirar a algo más que la permanencia que se vislumbraba como único objetivo hace apenas unos días.
El técnico trianero sacó un excepcional rendimiento la pasada campaña (sólo sumó tres puntos menos que el Barça en sus 24 partidos) a una plantilla claramente descompensada y necesitada de refuerzos para competir con ciertas garantías en Primera división. Ahora dispone de mimbres, cuando menos, para quedar en la Liga entre los nueve primeros y ganarse la renovación automática de su contrato, sin descartar en absoluto metas mayores porque para muchos, entre los que me incluyo, el Betis es un serio candidato a convertirse en el equipo revelación del Campeonato.