El PSOE andaluz tiene un problema con su agenda para las municipales. Lo admite la dirección regional, envuelta en una situación surrealista: han hecho los deberes, ya tienen a sus candidatos para las grandes ciudades donde no gobiernan y, aunque quieren, no pueden dar los nombres.
Esto alimenta las tensiones internas, da margen para cometer fallos de comunicación y provoca que haya una serie de alcaldables virtuales, que parece que serán pero todavía no han sido nombrados, desgastándose ante la opinión pública y sin saber qué contestar sobre su futuro político. Así están Juan Espadas (Sevilla), María Gámez (Málaga) o Petronila Guerrero (Huelva). En el limbo político.
Mientras, el PP ha mopolizado la carrera electoral. Sus candidatos son en su mayoría alcaldes y por tanto rostros muy conocidos. Los socialistas estrenarán candidato en todas las capitales excepto Jaén. Necesitan mínimo, dicen, un año para articular una oposición municipal potente en plazas políticas complicadas. A estas alturas hace tres años, aseguran, Madrid ya había dado el visto bueno a los carteles para las grandes ciudades. En esta ocasión, la ejecutiva federal se ha cerrado en banda y no hablará de las elecciones de 2011 hasta que acabe, en junio, la presidencia española de la UE. Los socialistas andaluces no entienden qué tiene que ver.
Los estatutos marcan que en las ciudades mayores de 50.000 habitantes la última palabra la tiene Ferraz. Desde San Vicente se advierte además de que no es un paso formal, sino que la dirección federal interviene. De todas formas, mantienen que darán a conocer oficiosamente sus nombres en mayo. Sólo esperan una reunión que dé el visto bueno a sus propuestas.
El vicesecretario general del PSOE andaluz, Rafael Velasco, admitió ayer que esperan poder sentarse con la dirección de Rodríguez Zapatero "cuanto antes" y que por él dirían sus candidatos ya. Es más, insistió en que José Antonio Griñán ya tiene nombres para todas las grandes ciudades donde no gobiernan. Aunque no en todos los casos sus propuestas han sido trasladadas a las direcciones provinciales. "La ejecutiva regional va a proponer a sus candidatos. Eso no menoscaba que si algún militante quiera presentarse lo haga por la vía de primarias", dejó claro en un mensaje a las direcciones locales que están peleando por su cuota en esta decisión. Hay socialistas que avisan de que es importante hacer un trabajo previo con las ejecutivas provinciales, escenificar su sitio al hablar del candidato y neutralizar así a los críticos. Hay que preparar el terreno, como dicen que se ha hecho en Sevilla tras el teletipazo (Griñán comunicó en una entrevista de Europa Press que Monteseirín no repetiría).
Aún quedan varias reuniones como la que el jueves celebró Griñán con el secretario provincial de Málaga, Miguel Ángel Heredia, y su dos, Francisco Conejo, a la vez secretario de Comunicación regional. De ahí salió el nombre del candidato del PSOE en Málaga. La versión de los socialistas es que el encuentro se filtró desde sectores críticos del PSOE malagueño para que se visualizara un dedazo desde Sevilla.
El hecho es que fue el propio Conejo quien confirmó que había candidato. Velasco pidió perdón: "La responsabilidad es mía, lo asumiré, no volverá a ocurrir", dijo. "El secretario de Comunicación confirmó que había consenso sobre el candidato y eso no se debe de hacer", añadió. El viernes había un candidato anónimo y la delegada de la Junta en Málaga, María Gámez, se ofrecía al partido. Blanco y en botella, pero sin confirmación. Antes, personajes importantes del PSOE malagueño, como Salvador Pendón, presidente de la Diputación, expresaba su rechazo a la forma de hacer política de la ejecutiva regional.
