La carta de presentación de Juan Espadas pasa de momento por el grupo socialista y por el Gobierno local. En los últimos días ha compartido escena pública con una decena de ediles y se ha centrado en ensalzar la gestión municipal en este mandato. Sea por la inversión realizada en los mercados, por los más de 30 millones destinados a los centros educativos o incluso por la gestión en materia de movilidad, con proyectos como el sentido único, el cierre del Centro o las peatonalizaciones. Pero en esta imagen del candidato, que intenta trazar el PSOE, no entran de momento, aunque por cuestiones muy distintas, ni el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ni el portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos. Ayer, con el candidato socialista a unos metros del Consistorio, los tres optaron por esquivarse.
El PSOE organizó dos actos a Espadas en el entorno de la Plaza Nueva. Con el primero, en San Francisco, quería escenificar el respaldo del candidato socialista a las políticas de movilidad del Ayuntamiento y presentar los primeros símbolos de campaña, como un coche eléctrico rojo. Con el segundo, respaldar una iniciativa de cooperación a la que acudió arropado por buena parte del Gobierno y decenas de militantes, con Blas Ballesteros o Carmen Hermosín entre ellos.
Sin embargo, en ninguno de los dos casos compartió escena con el alcalde. No estaba en su agenda, y además el regidor se desplazó a última hora al estadio olímpico. Es el nuevo reparto de papeles del PSOE, solicitado por el secretario provincial, José Antonio Viera. Monteseirín debía gestionar un evento como la procesión de María Purísima; Espadas, absorber todos los focos, darse a conocer y presentar su proyecto de futuro, arropado por las bases.
En campaña las imágenes son más que símbolos. Y a Torrijos y a Espadas no les interesa compartirlas. Pese a coincidir en el entorno del Consistorio se evitaron. Ni en San Francisco ni en Plaza Nueva. Ninguno quiso provocar otra imagen como la que tanto ha usado el PP. Torrijos se quedó con su bici; Espadas con su coche eléctrico y Monteseirín organizando una beatificación a la que no acudirá.