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Cañete, sobre el dragado: "No quiero pasar a la historia como quien acabó con cultivos y salinizó las marismas"

"Cuando haya garantías", no habrá limitación alguna al proyecto, pero "todos saben qué tienen que hacer, y el Gobierno lo está haciendo".

el 19 sep 2013 / 13:07 h.

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El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel  Arias Cañete, ha vuelto a insistir en la necesidad de que se den los  condicionantes incluidos en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA)  para autorizar el proyecto del dragado de profundización del río  Guadalquivir que promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla,  señalando al respecto que "no quiero pasar a la historia como el  ministro que acabó con el cultivo del arroz en el Guadalquivir y  salinizó las marismas de Doñana". La primera de las medidas correctoras que debe cumplirse es evitar  la salinidad mediante una iniciativa para la modernización del  regadío del arroz llevando a cabo esta labor a través del Canal del  Bajo Guadalquivir. En este sentido, fuentes de la Confederación  Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), competente en la actuación, han  confirmado a Europa Press la conclusión de la redacción del  anteproyecto, que ya se encuentra en el Ministerio en tramitación  ambiental. dragado-guadalquivir-portadAsí, sobre la acreditación de la desalinización de los cultivos,  "algo que nunca se ha abordado", Arias Cañete ha expuesto a los  periodistas que el Gobierno ya trabaja para la toma de agua, en la  declaración de impacto ambiental de la zona de infraestructuras. De  forma paralela, la CHG se encuentra trabajando para buscar la  financiación del proyecto, estimada en unos 180 millones de euros. El  objetivo es que al menos una parte pueda encuadrarse dentro de la  convocatoria de fondos europeos 2014-2020. Sin embargo, existe un segundo proyecto que es necesario, basado,  al igual que el primero, en las conclusiones de la comisión  científica, en el cual el Puerto debe presentar un boceto completo  con todas las medidas técnicas necesarias para proteger las márgenes  fluviales de Doñana, que además debe recabar el visto bueno de la  Junta de Andalucía para, posteriormente, ser analizado por el  Gobierno de la nación, sobre todo en relación al oleaje que generan  los grandes trasatlánticos y que "puede provocar que las orillas se  vayan deteriorando y las marismas siendo invadidas por aguas  salinizadas". Sobre este aspecto, el presidente del Puerto de Sevilla, Manuel  Fernández, indicó a Europa Press que ya se encuentra trabajando en  este proyecto, manteniendo su intención de licitar las obras antes de  que finalice 2013 al objeto de no perder la financiación con fondos  europeos. NECESIDAD DE "CONCILIAR TODOS LOS INTERESES" "Está todo perfectamente regulado, lo que hace falta son proyectos  sólidos, consistentes y de la envergadura necesaria para evitar daños  al río en su desembocadura", ha sostenido el responsable estatal de  Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que ha resumido al  señalar que "no nos oponemos al dragado, pero siempre que se den las  condiciones medioambientales necesarias y sin perjudicar al sector  agrario". Y es que, según ha agregado, si el dragado se efectúa sin evitar  la salinización "acabamos con el cultivo del arroz en las riberas del  Guadalquivir". "Hay que proteger todos los intereses en presencia,  incluyendo los de agentes económicos establecidos desde hace muchos  años con un cultivo tradicional en esta zona: comprendo las  necesidades de desarrollo económico, pero también hay que proteger a  los agricultores", ha manifestado. Cuestionado por la premura para evitar perder los fondos europeos,  Arias Cañete ha recordado que "todo esto se sabía desde hace muchos  años, el Puerto podría haber hecho este proyecto hace casi diez años,  cuando se dio a conocer la primera DIA". "Entiendo que se le quiera  imprimir velocidad, pero hay que cumplir los requisitos", ha  indicado, explicando que "tengo que garantizar el medio ambiente, la  continuidad de la actividad agraria y contribuir al desarrollo  económico y social de Sevilla y el Puerto, pero hay que conciliar  todos los intereses". "Cuando se den las garantías, no hay limitación para el dragado:  todo el mundo sabe lo que tiene que hacer, el Gobierno también, y lo  está haciendo", ha apostillado.

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