Ayer fue condenado a siete años y medio de cárcel un vecino de Alcalá de Guadaíra que poseía una plantación de cannabis con una superficie de 1.000 metros cuadrados. En su declaración, el condenado aseguró que utilizaba el cannabis para dar sombra a los 80 gallos de pelea que criaba en la parcela.
En la sentencia, que se dio a conocer ayer, el juez rechazó este argumento explicando que para dar sombra a los animales "cualquier otro arbusto hubiera servido a tal fin". Así, explica que el acusado M.P.M., de 35 años, tenía sembradas las plantas de cannabis sativa "dispuestas en hileras, con riego por goteo" y que presentaban "un aspecto cuidado", en contra de la afirmación del imputado quien aseguraba que ignoraba la naturaleza de estas plantas.
Esta droga, una vez recolectada, alcanzó los 1.200 kilos de peso y estaba destinada a su posterior venta al público. Los jueces que han intervenido en el caso explican que desestiman como "de nulo crédito" el argumento del acusado de que pretendía dar sombra a unos valiosos gallos de pelea a los que es aficionado pues, para ello, "habría bastado cualquier plantación de arbustos". Además, el precio de la plantación en el mercado, de 2.870 euros, "no era en absoluto desdeñable", continúa la sentencia.
El imputado ha sido condenado por esta plantación y por otra entrega de droga, abortada por la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de la Policía, que el 31 de julio de 2007 realizó a una pareja procedente de sudamérica. El acusado entregó una bolsa a la pareja extranjera en su parcela de la urbanización El Grullo de Alcalá de Guadaíra y, tras ello, los destinatarios se dieron a la fuga en un vehículo y no pudieron ser alcanzados. Sin embargo, sí que arrojaron por la ventanilla un paquete que contenía 986 gramos de cocaína con un valor en el mercado de 99.218 euros.
La entrega fue realizada por el condenado, M.P.M. y su hermano F.P.M., de 36 años, pero respecto a este último los jueces consideran que su intervención fue como mero cómplice pues su hermano le pidió ayuda al tener el coche estropeado. Por ello, se le impone únicamente dos años y dos meses de cárcel.
Esto le permitió salir de la cárcel el pasado viernes, tras haber cumplido casi un año de prisión preventiva, explicaron a Efe fuentes del caso. La sentencia, sin embargo, considera totalmente responsable del alijo a M.P.M., quien no solo era responsable del cultivo de cannabis sino que pernoctaba en la parcela ocasionalmente y la Udyco sospechaba de él.
Por ello, la sentencia le impone siete años y medio de cárcel y el pago de una multa de 198.436 euros, frente a los 99.218 que pagará su hermano.