¿Qué contiene el archivo de Rafael Cansinos Assens? Mientras las instituciones andaluzas toman contacto con el hijo del escritor sevillano y barajan la posibilidad de declarar este patrimonio Bien de Interés Cultural, así como de gestionar un muy deseable traslado a Sevilla, El Correo de Andalucía explica en qué consiste el formidable legado del autor de La novela de un literato.
Un suculento epistolario, fotografías, objetos, cuadros y fondos bibliográficos son algunos de los valores principales que contiene el Archivo Cansinos, actualmente gestionado por la Fundación Archivo Rafael Cansinos Assens (ARCA) -cuyo Patronato está presidido por el escritor y estudioso Juan Manuel Bonet- y conforman un impagable tesoro documental para comprender la llamada Edad de Plata, el fructífero periodo de la vida intelectual española comprendido entre 1868 y 1936.
Sin duda, el atractivo mayor de esta colección es el vasto epistolario de Cansinos, con piezas manuscritas de Jorge Luis Borges, Vicente Blasco Ibáñez, Carmen de Burgos, Juan Ramón Jiménez, Ramón Menéndez Pidal, Arturo Capdevila, Emilio Carrere, Chaves Nogales, Concha Espina, Wenceslao Fernández Flórez, Miguel de Unamuno, Pedro Luis de Gálvez, Pedro Garfias, Ernesto Giménez Caballero, Ramón Gómez de la Serna, Enrique Jardiel Poncela, Emilia Pardo Bazán, Fernando Quiñones, Adriano del Valle o Guillermo de Torre, por citar una pequeñísima parte.
Estas cartas, que actualmente sólo son consultables mediante pago, podrían estar al alcance de los investigadores en la Red si el archivo se integrara en el Patrimonio Histórico, siempre y cuando fueran autores fallecidos antes de 25 años, y aunque el copyright siguiera siendo de los derechohabientes.
También podría consultarse el importante archivo de publicaciones periódicas que según los herederos de Cansinos posee actualmente esta Fundación, y que no sólo conforman una herramienta esencial para estudiar la obra como poeta, novelista, ensayista y traductor del polígrafo sevillano, sino que ofrecen una minuciosa panorámica del tiempo que le tocó vivir. O, por decirlo con palabras de su hijo Rafael Cansinos, "del mundo de un escritor en el que todavía queda mucho por descubrir".