Joaquín Caparrós se ha convertido en uno de los principales candidatos a ocupar en banquillo del Sevilla en un plazo de tiempo no muy lejano. Sobre todo, después de que José María del Nido reconociera públicamente, hace tan sólo unos días, su deseo de volver a contar con él.
"No me gustaría dejar la presidencia antes de ponerle un plantel que le permitiera aspirar a títulos, porque cuando estuvo conmigo no tenía ese plantel. Pienso en él como primer entrenador del Sevilla en un futuro a medio y largo plazo", comentó el presidente. Sus palabras han dado mucho que hablar. La irregularidad que sigue mostrando el equipo han puesto a Gregorio Manzano en el disparadero, de tal forma que muy bien tendrá que hacerlo para poder renovar su contrato el próximo mes de junio.
Ayer, Caparrós fue preguntado por su futuro, por la posibilidad de regresar próximamente al Sevilla y la de renovar su contrato en Bilbao, que finaliza esta temporada. "Con José María (del Nido), además de por ser el presidente, hay una amistad. Luego, el Athletic tiene elecciones en junio y hay que dejar que pase el tiempo de ese proceso y centrarnos únicamente en lo que es la competición diaria. Yo soy entrenador, no candidato, y el tiempo dirá lo que tenga que decir", afirmó el utrerano, que no quiso abundar más en el asunto.
UN TÉCNICO RECONOCIDO Y CON CACHÉ. Caparrós se ha ganado el reconocimiento de la afición no sólo por su gran labor en el Sevilla sino por la que lleva a cabo en el Athletic, quinto clasificado, a seis puntos del Valencia y con siete más que el conjunto nervionense. Habrá que ver lo que ocurre en los próximos meses, pero el ex sevillista -con un buen caché, por cierto- sigue ganando enteros.