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Capillitas

De veinte años para atrás, sólo los había de Semana Santa, pero desde entonces para acá, sí se vienen dando capillitas de todo: de la Feria, del Rocío, del Valme, de Cuatrovitas, de Torrijos... y, si me apuran, hasta del mismísimo San Saturio, patrón de Soria.

el 15 sep 2009 / 03:06 h.

De veinte años para atrás, sólo los había de Semana Santa, pero desde entonces para acá, sí se vienen dando capillitas de todo: de la Feria, del Rocío, del Valme, de Cuatrovitas, de Torrijos... y, si me apuran, hasta del mismísimo San Saturio, patrón de Soria. Además, el capillismo (tomar partido, bandera y lucha por una hermandad, procesión, imagen o, como ahora dice mi amigo Alvarito Peregil, eventos) es una industria, un negocio, un medio de ganar euros y egos.

Si por una película de ésas de Spielberg sobre dinosaurios, o de romanos, sacan la novela, la banda sonora, el DVD, la camiseta, el llavero-bolígrafo o cachas del móvil, sin olvidar el videojuego para la consola (no la de caoba, sino la PSP o la Xbox, entre otras), con las cofradías el merchandising no se queda atrás (lo que no me parece mal) y así, junto con la medalla, han sacado y te venden el pin (en el franquismo se decía escudito de solapa), el llavero, la camiseta con la cara de la Virgen, el costalito para colgar en el espejo del coche, el catavino con el escudo esmerilado y hasta el azulejito (más hortera que un cuarto millón), sin olvidar las mil y una fotos con el Cristo o Virgen sobre el río, la Giralda o la Plaza del Triunfo. No entiendo cómo si hay capillitas de cofradías puede haber de otras facetas, pues al que le gusta mucho el fútbol no le puede gustar el baloncesto, y al que es esclavo de la numismática no suele gustarle la filatelia.

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