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Capítulo 120: el Betis contra su maldición de los derbis en el Villamarín

Lleva siete duelos consecutivos sin ganar a su eterno rival en casa. Si no vence el domingo, será la peor serie de toda su historia.

el 07 abr 2014 / 23:38 h.

Rubén Castro, desolado, ve la celebración sevillista tras el reciente derbi europeo / Kiko Hurtado Rubén Castro, desolado, ve la celebración sevillista tras el reciente derbi europeo / Kiko Hurtado El Betis recibe al Sevilla el próximo domingo al mediodía en el derbi oficial número 120 y la primera de las seis finales sin retorno que el entrenador y los jugadores verdiblancos se han obligado a ganar para soñar con que se salvarán al final de la temporada. Eso es una mala noticia. No la extrema dificultad de evitar el descenso, que más que mala es pésima, sino el hecho de que el equipo de Heliópolis sea el anfitrión. El partido se juega en el estadio Benito Villamarín y allí no celebra la afición local un triunfo en el duelo de máxima rivalidad desde hace mucho tiempo, ni más ni menos que ocho años casi justos. La última vez fue el 2 de abril de 2006, cuando el Betis de Lorenzo Serra Ferrer peleaba también por permanecer en Primera:2-1, goles de Robert (de penalti) y Varela por parte verdiblanca y Saviola por la sevillista. Desde entonces, disgusto tras disgusto para los béticos. En total son siete derbis consecutivos como local sin un solo triunfo para el Betis. Si este Domingo de Ramos no lo remedia y vuelve a tropezar, batirá su peor serie de toda la historia de la rivalidad y desempatará con el registro con que está igualado ahora mismo, que son los siete tropiezos también seguidos que sufrió entre las temporadas 1995-96 y 2003-04. En aquel caso, el calvario comenzó después de que el Betis también de Serra venciese también por 2-1 al Sevilla de Luis Aragonés en la penúltima jornada de la campaña 94-95, con tantos de Kowalczyk y Sabas frente a uno de Tevenet ya al final. Después de aquella victoria, determinante para que el Betis acabase tercero y se clasificase para la Copa de la UEFApese a ser un recién ascendido, La Palmera empezó a sufrir ese virus que ahora se repite. Entonces fueron cinco empates (1-1 en la 95-96, 3-3 en la 96-97, 1-1 en la 99-00, 0-0 en la 01-02 y 1-1 en la 03-04) y dos derrotas (1-3 en la 00-01, en Segunda, y 0-1 en la 02-03) antes de que el círculo se cerrase y el Betis, de nuevo de la mano de Serra Ferrer, zanjase aquella maldición con un triunfo histórico e importantísimo, el 1-0 de la 2004-05 (jornada 35ª, gol de Oliveira), que supuso el despegue definitivo de los verdiblancos hacia el cuarto puesto y la Liga de Campeones. La serie en curso, la que se pone en juego este Domingo de Ramos, es incluso peor para los béticos, que han tenido que soportar cuatro empates (0-0 en la 06-07 y la 08-09, 1-1 en la 11-12 y el 3-3 de la pasada temporada) y tres derrotas: 0-1 en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey 06-07 (partido que empezó en el Villamarín y acabó en el Coliseum Alfonso Pérez), 0-2 en la 07-08 y, sobre todo, el 0-2 en la vuelta de los octavos de final de la Liga Europa hace menos de un mes. Por detrás de ellas hay una racha ochentera de cinco partidos con cinco resultados positivos para el Sevilla que además entraña la peor serie de derrotas consecutivas del Betis en casa, cuatro: 1-2 en la 86-87, 0-1 en la 87-88, 1-3 en la 88-89 y 0-3 en la 90-91. LA MEJOR RACHA: SEIS VICTORIAS CONSECUTIVAS EN LOS AÑOS 60 Heliópolis no siempre ha sido tan dadivoso con el Sevilla, como es natural. En 86 años de derbis ha habido 59 en el feudo verdiblanco y el Betis, para empezar, gana el parcial de victorias, 22 contra 19, con alguna que otra racha de esplendor y felicidad para sus seguidores. La que tiene el récord es de seis victorias consecutivas en los años 60: 3-1 en la 61-62, 1-0 en la vuelta de los octavos de final de la Copa (no le valió por el 5-3 de la ida en el Sánchez-Pizjuán), 2-1 en la 62-63, 2-1 en la ida de los octavos de la Copa (sí le sirvió tras el 1-1 de la vuelta), 2-1 en la 63-64 y 2-0 en la 64-65. Más cerca en el tiempo, en la transición entre los 70 y los 80, el Betis fue capaz de mantenerse invicto durante cinco visitas de su eterno rival. Primero logró tres victorias seguidas (3-2 en la 77-78, 4-0 en la 79-80 y 2-0 en la 80-81), después empató (1-1 en la Copa del 81) y finalmente volvió a vencer (2-0 en la 81-82). Visto lo visto ahora, eran otros tiempos en La Palmera, está claro.  

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