Las instituciones sevillanas piensan ya en conmemorar por todo lo alto los centenarios del nacimiento de Manolo Caracol y Antonio Mairena, dos voces fundamentales del cante. Parece que el Ayuntamiento de Sevilla, la Fundación Mairena y la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco se quieren entender a la hora de conmemorar los centenarios del nacimiento de dos geniales artistas del cante jondo, como fueron Manolo Caracol y Antonio Mairena. Suponemos que se conmemorarán por separado, porque uno y otro artista se odiaron en vida, y si ahora los juntan los políticos, se pueden levantar de sus tumbas y liarse a mamporros.
La ciudad de Sevilla está obligada a conmemorar el centenario del nacimiento de Manolo Caracol por todo lo alto, porque el cante actual no podría entenderse sin las aportaciones de este genio nacido en la Alameda de Hércules. Ha sido, con Pastora y Vallejo, la gran figura sevillana del mejor cante flamenco, por lo que merece -dejando a un lado su ideología política-que a los cien años de su nacimiento se actualice su obra discográfica, se estudie su obra y se escriba su apasionante vida.
Se habla de un congreso como el que le organizó la Empresa Pública de Andalucía a la Niña de los Peines. Ojalá no se le parezca en nada, porque el dedicado a Pastora nos costó un riñón y no sirvió para nada. Bueno, para que trincaran personas cercanas al poder que nunca han investigado nada sobre la artista. Por no hablar del no menos costoso proyecto de sus obras completas, un millonario fracaso que ha ido a parar a manos de unas mil personas, poco más o menos. Los derechos de explotación de esa obra pertenecen hoy a una empresa privada, la sevillana Fonotrón. Y no rodó ninguna cabeza.
Con Caracol no debe ocurrir lo mismo, aunque tenemos serias dudas de que las cosas vayan a ser de otra manera. Que sepamos, lo de conmemorar el centenario del nacimiento del genio de la calle Lumbreras, es sólo un proyecto, una idea, porque aún no se está moviendo nada. Al final vendrán las prisas y se resolverá como suelen hacerse aquí las cosas: a estilo compadre.
El centenario del nacimiento de Mairena tendrá que organizarlo su pueblo, donde no tienen dinero ni para pagarle a los saeteros locales, que llevan meses esperando poder cobrar las saetas del pasado año. Algo más de tiempo llevan esperando los guitarristas que tocaron en el concurso de aficionado, que tampoco han cobrado las criaturas. La Fundación Mairena tiene también menos fondos que una piragua, así que poco podrá hacer. Naturalmente, será la Agencia Andaluza del Flamenco la que tenga que poner el dinero tanto para un centenario como para otro; el dinero y la infraestructura, con lo que ya sabemos lo que puede ocurrir.
No somos muy optimistas con estos centenarios que la Bienal despreció, pero, eso sí, estaremos aquí para lo que haga falta; sin poner la mano, claro. Lo haremos por amor a Mairena y Caracol.
