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Carbono 14 para libros veteranos

La Biblioteca de la Universidad de Sevilla usa esta técnica para datar sus manuscritos.

el 06 ago 2010 / 20:31 h.

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La Biblioteca General de la Universidad de Sevilla esconde muchos tesoros y permanecen es sus estancias desde hace muchos años atrás. Creada en 1502 y abierta al público a mediados del siglo XIX, en 1843, esta biblioteca guarda manuscritos cuya antigüedad se ha fechado con más precisión gracias a la ciencia.

El servicio de datación del carbono 14 del Centro Nacional de Aceleradores (CNA) se ha encargando de estudiar y determinar los años de los 10 manuscritos más antiguos que albergan las estancias de Hispalense. Una impresionante colección formada por 76.804 documentos entre impresos y manuscritos, los fondos antiguos y el archivo histórico, que hacen de ella la más grande de toda Andalucía y una de las primeras a nivel nacional.

Habitualmente, se usaban los métodos paleográficos para estudiar antiguos manuscritos con el fin de obtener información sobre la fecha de origen de estos objetos. Pero el carbono 14 presenta muchas más ventajas que esta técnica. Este método absoluto no sólo permite corroborar los hallazgos de los paleógrafos sino que causa daños mínimos al objeto de estudio, en este caso, los manuscritos.

Las muestras que se han tomado no superan los 50 miligramos de las esquinas de papel y pergamino. Serán las primeras muestras "desconocidas" que trate el AMS: SARA (Acelerador español para análisis de radionúclidos). Este sistema permite arrojar más luz sobre las fechas en las que se manejan los estudios paleográficos, con los que se estimar que el origen de los manuscritos que se van a estudiar se sitúa entre los siglos XIV y XV.

Aunque en esta ocasión sólo se han analizado diez, lo más antiguos de la colección, la biblioteca cuenta con un fondo muy rico de libros "maduritos". Hasta 300 incunables (anteriores al siglo XV), 8.000 volúmenes del siglo XVI, destacando impresos sevillanos; 14.000 del XVII y otros 17.000 del XVIII. La mayoría de estos tesoros fueron adquiridos por la Hispalense a raíz de la desamortización realizada por Mendizábal. La Biblioteca General de la Universidad de Sevilla fue creada en 1502 y abierta al público a mediados del siglo XIX, en 1843. Actualmente está ubicada en el Rectorado de la Hispalense, en el antiguo edificio de la Real Fábrica de Tabacos. Los manuscritos se ubican en una habitación con condiciones de temperatura y humedad controladas para su óptima conservación.

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