Miguel Carcaño se enfrentará de nuevo al juez que investigó el crimen de Marta del Castillo, aunque en esta ocasión no lo hará cara a cara, sino por videoconferencia. El magistrado lo ha citado para interrogarle como imputado por un delito contra la integridad moral, después de que la Audiencia Provincial de Sevilla ordenara que se le abrieran diligencias por el daño causado a la familia de la chica tras su último cambio de versión del crimen. Carcaño no tendrá que hacer el clásico paseíllo al que ya está acostumbrado de sus muchas declaraciones en los juzgados, ya que según confirmaron fuentes judiciales, el joven permanecerá en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), desde donde declarará por videoconferencia. El magistrado, el fiscal, y los abogados de la defensa y de la familia de los padres de la joven estarán en una sala de vistas de los juzgados de Sevilla, desde donde plantearán sus preguntas. Una declaración que se realiza después de que la Fiscalía reclamara que se le citara como imputado tras el auto dictado por la Audiencia. Carcaño ya cumple condena por otro delito contra la integridad moral, por el que le fue impuesto un año y tres meses de prisión, más los 20 años por asesinato. La Sección Tercera de la Audiencia desestimó la petición de los padres de abrir diligencias contra el hermano de Miguel, Javier Delgado, ya que el joven aseguraba que había sido él quien mató a Marta de un golpe en la cabeza y que luego ambos la enterraron en la finca Majaloba de La Rinconada. Los magistrados consideraron entonces que «la mera declaración de Carcaño no permite sostener la reapertura de la causa, más cuando la misma es ilógica, absurda y no está apoyada en dato objetivo alguno». Es más, recordaban incluso que tras la búsqueda infructuosa en Majaloba, Miguel indicó otro lugar, la escombrera de Camas, lo que ha provocado «otra exploración del terreno que tampoco ha resultado positiva, lo que hace que su posición deba obtener una nueva respuesta jurídico penal, acorde con el maltrato, zozobra y padecimientos que provoca en los perjudicados». «En quien concurren motivos sobrados de incredibilidad subjetiva, no cabe apoyar por más tiempo una imputación de delito como la efectuada», concluyeron. Así, confirmaron el archivo del juez instructor, Francisco de Asís Molina, aunque destacaron que comprenden «la indignación que actuaciones como la examinada producen en los familiares de la víctima, dado la crueldad del sufrimiento que provoca la inseguridad y angustia en quien no puede conocer el destino final de su hija». Por ello, estimaron que «no debe caer en saco roto este nuevo intento de distracción y ocultamiento de la realidad», pues la declaración de Miguel, «de forma premeditada», es «como un juego de quien quiere mantener un infausto protagonismo y no quedar relegado al olvido». El «desengaño y mayor padecimiento a los perjudicados» es para la sala «merecedor de un nuevo reproche». Esta nueva causa contra Carcaño coincide, además, con la nueva búsqueda iniciada por la Policía en una parcela de la escombrera de Camas, más amplia que la anterior en la que tampoco hubo éxito. Tras el trabajo previo de los agentes, la máquina excavadora volvió el pasado jueves a la zona para continuar rastreando este lugar que dio positivo en el llamado test de la verdad.