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Miguel reitera que su hermano mató a Marta y el juez lo cita como imputado

El magistrado le tomará declaración acompañado de su abogado para afianzar su derecho a defenderse. La Fiscalía no da ninguna credibilidad al nuevo relato de Carcaño.

el 29 abr 2013 / 17:30 h.

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Javier Delgado, el hermano de Miguel Carcaño, tendrá que declarar en unos días ante el juez como imputado después de que su hermano lo haya vuelto a acusar de matar a Marta del Castillo, el 24 de enero de 2009, al golpearla con la culata de una pistola por meterse en una pelea entre ambos. Carcaño, a la salida de los juzgados. / EFE Carcaño, a la salida de los juzgados. / EFE Cuatro años después del crimen, Miguel abandonó durante unas horas la cárcel de Morón de la Frontera, donde cumple 21 años de cárcel por asesinar a la joven según una sentencia ratificada por el Tribunal Supremo, para insistir en la que es ya su séptima versión del crimen. Según este testimonio, ratificado ayer ante el juez con tal exactitud que fuentes presentes estimaron que parecía reproducir “un guion bien aprendido”, su hermanastro mató a Marta golpeándola varias veces con un arma porque ella se metió en la discusión que mantenían. Javier reñía a Miguel por haberse gastado el dinero reservado para la hipoteca del piso que tenían en León XIII, en el que se produjo el crimen, cuando Marta se metió en medio cogiendo a Javier por el cuello, y recibió varios golpes de éste. Así volvió a contarlo Miguel, sin aportar datos nuevos y sin precisar con mayor detalle dónde enterraron luego el cuerpo de la joven, del que la Policía no ha encontrado indicios pese a que ha excavado en seis lugares en el entorno señalado por Miguel, junto a la carretera de La Rinconada. La Fiscalía ha avanzado ya que no da ninguna credibilidad a esta nueva versión, y de hecho el fiscal no hizo ni una sola pregunta durante el interrogatorio. Carcaño llegó desde la cárcel en un furgón de la Guardia Civil pasadas las cuatro de la tarde, en medio de un dispositivo de seguridad que parecía previsto para contener a multitudes. Decenas de antidisturbios protegían los juzgados, una cifra desproporcionada para el puñado de exaltados que se mezclaban con los periodistas a las puertas del edificio, y que apenas gritaron un par de insultos cuando el chaval fue conducido desde los calabozos al juzgado a las cinco y cuarto, totalmente rodeado por ocho agentes. Recorrió este pasillo al aire libre cabizbajo como es habitual en él, sin mirar hacia arriba en ningún momento y sin decir palabra, con las mandíbulas apretadas. Esta vez difería de sus anteriores comparecencias en el pelo, que ahora lleva mucho más largo, por los hombros. En su comparecencia, de una hora y tres cuartos de duración, Miguel ratificó “punto por punto” la declaración que había hecho ante la Policía, que le fue leída por el juez de Instrucción 4, que investigó el caso Marta y que mantiene abierta una pieza separada sobre la búsqueda del cadáver. En la comparecencia estuvieron presentes, además del juez y del fiscal, el abogado de Javier Delgado, José Manuel Carrión; y el de la familia de Marta, José María Calero. Estos dos últimos realizaron una docena de preguntas, que se unieron a las del juez, que inquirió sobre el destino del cuerpo de la joven. Miguel insistió en contar “vaguedades”, según fuentes presentes en su declaración, insistiendo en que su hermano llevó a la joven en coche hasta una finca de La Rinconada y él lo siguió en su moto para ayudarlo a enterrar a la chica y taparla con escombros. Al día siguiente regresaron para tapar el cuerpo con cal. A preguntas del juez, que le pidió que fuese más preciso sobre el lugar del enterramiento, aseguró que no podía concretar más porque la extensión del terreno era “inmensa”. También argumentó que no había contado esta versión hasta ahora “por miedo a su hermano”. “No se ha apartado ni un ápice de la versión ante la Policía, como si estuviera siguiendo un guion bien aprendido”, afirmaron estas fuentes, que indicaron que Miguel no contó ante el juez ni una sola novedad de interés. Con este testimonio, que Miguel firmó ante los investigadores de la Policía Nacional en febrero durante una prolongada entrevista en la cárcel a la que también asistió su abogada, la Policía imputó a Javier Delgado y lo llamó a declarar, si bien éste se acogió a su derecho a no decir nada al no saber qué cargos se le atribuían. Delgado será ahora imputado también por el juez en su citación para que declare, ya con conocimiento de que su hermano lo acusa de ser el autor material del crimen por el que él mismo está condenado a 21 años de cárcel. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía precisaron ayer que la citación en calidad de imputado es “la única opción” que tiene el juez, ya que ha sido acusado de un delito y debe poder comparecer acompañado por su abogado para garantizar su derecho a la defensa. Javier Delgado, que ya fue absuelto por dos tribunales de cooperar con Miguel para ocultar el cadáver, deberá comparecer en los próximos días, probablemente esta misma semana, aunque el juez no ha precisado la fecha. La Fiscalía y el abogado de Javier restaron ayer toda credibilidad a la séptima versión de Carcaño sobre el crimen. José Manuel Carrión afirmó que el nuevo relato “no da explicaciones satisfactorias” y remachó que “por supuesto que no es creíble”, sin profundizar en su contenido. Al no haber declarado esta vez como imputado en el crimen sino como testigo, Miguel sí está obligado a decir la verdad, por lo que si el juez no encontrase indicios para dar credibilidad a su historia y cerrase la causa, Carcaño podría ser imputado por falso testimonio o por obstrucción a la Justicia. Su hermano podría denunciarlo también por injurias o calumnias.

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