La derrota ante el Girona no pudo ser más inoportuna para el Betis, que falló justo cuando había conseguido lo más difícil, remontar ocho puntos al Cartagena y regresar a la zona de ascenso.
Carlos García, indiscutible en los últimos partidos, suele ser claro y sincero en sus análisis. “Si no me equivoco, hemos tenido tres ocasiones claras de gol. Es un bagaje muy corto para nosotros, y más con el marcador en contra. Hay que reaccionar, cambiar esta dinámica y ser realistas, saber que no hemos estado bien con el balón y es una cosa que el equipo acusa mucho”, reconoce el central.
Este, por cierto, no rehúye la palabra crisis cuando se le pregunta por el fútbol del equipo desde la segunda parte de Irún: “Aunque el partido se puso como se puso, es verdad que no fue bueno. Se le puede llamar minicrisis si queréis, no sé cómo llamarlo pero lo cierto es que son dos partidos y medio en los que el equipo no está bien con el balón, cuando antes era la seña de identidad del equipo. Se ha visto, lo veo yo y creo que todo el mundo, que si el Betis no tiene el balón, pues perdemos mucha de nuestra capacidad para ganar los partidos”, admite.
Se le cuestiona entonces al catalán por la posible relajación, inconsciente, que podría derivarse del hecho de remontar tantos puntos en tan pocos partidos. “Me dolería que fuera la relajación después de recuperar tantos puntos. Lo dije hace poco: si nos relajamos, tal como están las cosas, es para pegarnos dos tortas a cada uno. Con lo difícil que está la cosa y tirar todo por la borda sin hacer nada, porque no hemos hecho nada... Nos hemos metido ahí, pero no hemos hecho nada más, queda un mundo. Es más, hoy hemos perdido y damos a los rivales la oportunidad de volver a meterse ahí. Así que a mí personalmente me dolería mucho que fuese por relajación”, reitera.
Carlos García piensa que este Betis está preparado para sobreponerse al primer palo de la era Víctor. “Hay que estarlo. Lo hemos pasado muy, muy, muy mal. Esto es una pequeña piedra en el camino que hay que superar, pero más que piedras antes ya hemos pasado muros, de tan difícil que lo teníamos. Ahora hay que levantarse e intentar ganar fuera lo que hemos perdido en casa”.
De hecho, según el defensor, “ni mucho menos” es la situación más difícil que ha afrontado el Betis esta temporada: “Esta situación hace seis semanas la habríamos firmado, pero hay que ser exigentes, ir a más y no conformarnos con decir que hace seis semanas la habríamos firmado. Hemos conseguido algo muy difícil, pero la realidad es que no hemos estado bien y se nos ha escapado una oportunidad buenísima”, sentencia.
ARZU VE UN "PARÓN"
Arzu, uno de los jugadores más importantes del equipo, aunque el sábado no rindiese al nivel que se espera de él, reconoce que el 0-1 es un auténtico “parón”.
“Nos ha frenado un poco la evolución que llevábamos y es verdad que es un parón que no nos beneficia”, opina Arzu, que rápidamente varía el tono y dice: “Tenemos que seguir en el mismo discurso que veníamos haciendo: humildad, ir partido a partido y mantener una regularidad positiva. Aunque hayamos perdido y la gente se haya ido desilusionada, tenemos que seguir, quedan doce partidos y va a ser una lucha muy bonita hasta el final”.
A partir de ahora se verá si la plantilla, señalada por su falta de carácter en los últimos años, está preparada para la adversidad: “No habrá problemas mientras nosotros estemos equilibrados y tengamos los pies en el suelo. Teníamos que perder algún día, aunque no esperábamos que fuese este sábado”.