Y Carmen Calvo habló. La diputada del PSOE por Córdoba rompió ayer su silencio después de días de especulación sobre el supuesto enfrentamiento con Rosa Aguilar a cuenta del encabezamiento de las listas socialistas a las elecciones generales. Calvo afirma que "por dignidad y por coherencia" no iría en la misma lista que la ministra de Medio Ambiente y exalcaldesa de Córdoba. Sus palabras se producen dos días después del anuncio de que Rosa Aguilar pueda encabezar la lista de las generales por la provincia cordobesa, puesto que en los comicios de 2008 ocupó Carmen Calvo.
Ayer, la única confirmación oficial de que Alfredo Pérez Rubalcaba contará con la exalcaldesa -así como con Carme Chacón, Leire Pajín y Trinidad Jiménez- la hizo la coordinadora del Comité Electoral del PSOE, Elena Valenciano.
Calvo declaró que rechaza compartir una lista con Rosa Aguilar "no porque tenga un problema personal, sino porque no comparto su visión política y no vendería mi dignidad por un escaño". La diputada socialista insistió en que se adelanta a los acontecimientos, para que nadie pueda reprocharle "que a toro pasado diga que no, cuando anuncien que ella encabeza la lista". Carmen Calvo dijo que es consciente de lo que pueden costarles sus declaraciones: "No necesito nada. Nunca le he pedido nada a mi partido. Como socialista lo primero es la dignidad y la libertad. ¿Qué opinarían de mi si aceptara por un escaño ir con una persona que me ha crucificado a mí y a mi partido en tantos mítines?" En último lugar, Carmen Calvo afirmó que "en Córdoba la mayoría de la gente me entenderá perfectamente".
En la sede del PSOE cordobés, Soledad Pérez, vicesecretaria de Política Institucional, calificó todo este asunto de "especulación periodística" e insistió en que no se ha recibido "ninguna llamada de Madrid". Pérez trató de restar importancia a las declaraciones de Carmen Calvo e insistió en que "es muy pronto para hablar de nombres". En términos similares se pronunció en Madrid el presidente andaluz, José Antonio Griñán, quien dijo que de las listas hay que hablar "cuando toca". A pesar de las llamadas a la calma es evidente el malestar que esta historia ha suscitado en el seno del PSOE cordobés. Un malestar que se suma al ya complicado escenario de los socialistas en la provincia, tras el fracaso electoral en las pasadas municipales. La larvada crisis interna ha costado ya la dimisión de un delegado y la destitución de otros dos, en el plano institucional; y la salida de Francisco García, delegado de Obras Públicas, de sus cargos orgánicos. El secretario provincial, Juan Pablo Durán, se ha mantenido los últimos días en un discreto plano, a la espera probablemente de que se aclare el panorama.
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE-A de Córdoba, Miguel Serrano, y la vicesecretaria de Política Institucional del PSOE-A de Córdoba, Soledad Pérez, insistieron en el respeto que la organización le debe a la militancia en los procesos de confección de las listas. Pérez resumió la situación presumiendo del "banquillo de lujo, que muchas provincias quisieran tener".
"Si esto es un globo sonda, lo advierto, quien sale perjudicado es el Partido Socialista", afirmó ayer Soledad Pérez, vicesecretaria de organización del PSOE de Córdoba. La última polémica ha dejado descolocados a los dirigentes locales, que reconocen que será difícil para la militancia creer en la democracia del partido y en sus procedimientos para confeccionar las listas, cuando los titulares de los periódicos ponen y quitan nombres. Quizá por eso la rueda de prensa que los responsables socialistas ofrecieron ayer pivotara en el contenido del documento que marcará el programa del PSOE para el 20-N.
Los socialistas cordobeses quieren conquistar a "la clase media" con un discurso que gire en torno al empleo y al mantenimiento de las políticas sociales y el Estado del Bienestar. El documento, titulado Córdoba participa, se ultimará el 29 de agosto; el 1 de septiembre se presentará a las agrupaciones locales; y del 5 al 12 se realizarán las asambleas locales para debatirlo. El 24 de septiembre se cierra el documento definitivo en la conferencia política provincial, y el día 30 se entrega a Rubalcaba en la conferencia federal en Madrid, que durará hasta el 2 de octubre. La conferencia provincial pivota sobre tres ejes: calidad democrática, que dirigirá Maribel Flores; economía sostenible, al frente estará el alcalde de Puente Genil, Esteban Morales; y derecho e igualdad de oportunidades, que coordinará la alcaldesa de Doña Mencía, Juana Baena.
Chaves no aclara si será diputado por Cádiz
Después de que la coordinadora del Comité Electoral del PSOE, Elena Valenciano, confirmara ayer que las ministras Carme Chacón, Leire Pajín, Trinidad Jiménez y Rosa Aguilar irán en las listas electorales a los comicios generales del 20-N, y de que la titular de Economía, Elena Salgado, se autodescartara, las miradas se volvieron hacia la parte masculina del Gobierno. Y uno de los nombres que despierta más incógnitas es el del expresidente andaluz y actual vicepresidente segundo y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves. En las elecciones generales de 2008, Chaves no fue en las listas al Congreso ya que era el candidato a la Presidencia de la Junta, candidatura a la que concurría en las listas de Cádiz, como venía haciendo desde 1990 pese a ser natural de Ceuta. Antes de llegar a la Junta, Chaves fue diputado al Congreso -entre 1977 y 1990- también por Cádiz, una circunscripción por la que precisamente concurrió el propio Rubalcaba en las últimas elecciones generales. Con Rubalcaba como candidato a la Presidencia del Gobierno, como número uno por Madrid, y Chaves fuera de la política andaluza, la pregunta es si cubrirá el hueco de Rubalcaba como diputado por Cádiz. Ayer, Valenciano reconoció que su caso no está cerrado y el propio Chaves declaró a Europa Press estar a disposición de su partido, aunque aún no había una decisión al respecto. La marcha de Chaves, de 66 años, al Gobierno central, en abril de 2009 y apenas un año después de su sexta reelección, se entendió como el inicio de su retirada de la política con una maniobra que permitiera un relevo tranquilo en Andalucía.
