Carmen Osuna (Sevilla, 1983) es la promotora de Colour Nude, una marca de moda de mujer especializada en vestidos de fiesta que triunfa por toda España y que lanzará a partir del próximo octubre su primera colección de novias. Como señas de identidad, la elegancia y la feminidad en sus diseños. Como valores empresariales, la importancia de generar riqueza en la tierra. Todos los talleres con los que trabaja están en el sur y descarta por completo confeccionar sus prendas fuera en destinos más asequibles. Tras abrir una tienda en Sevilla hace tres meses, baraja a largo plazo nuevas aperturas en otras ciudades del país, como Madrid.
-A pesar de su juventud, se ha lanzado a montar una empresa de moda. ¿De dónde le vienen las ganas?
-Hice un curso de patronaje en Madrid y luego en Sevilla he ido haciendo también cosas, como en Sevilla de Moda. Constituí la empresa hace dos años y medio y la tienda, que está situada en la calle Muñoz Olivé de la capital hispalense, lleva abierta tres meses.
-Ha dado el paso al frente en plena crisis. ¿Cómo ha acogido el público a Colour Nude?
-Ha tenido muy buena acogida a pesar de la situación económica que vivimos en la actualidad. Todo el mundo nos decía al principio que estábamos locos pero ha sido un riesgo que hemos tomado y nos ha salido de maravilla.
-Antes de la tienda, ¿cómo conocían los clientes sus diseños?
-Siempre hemos comercializado a través de tiendas multimarca distribuidas por toda España. Además, hemos contado con el apoyo de celebrities que han servido para dar a conocer la marca, tales como Eva González, Mariló Montero o Paula Echevarría, además de bloggers. Asimismo, las niñas que llevaban nuestros diseños en las bodas han ido promocionándonos también. En Sevilla funciona muy bien el boca a boca.
-Las celebraciones en Sevilla cobran un cariz especial, ¿no?
-Sevilla es muy especial porque seguimos siendo muy folclóricos y la gente le da mucha importancia a las ocasiones especiales. En cualquier caso, nuestros diseños han funcionado muy bien en toda España. Quizás, si tuviera que destacar algún sitio, señalaría Madrid, pero lo cierto es que en todo el país hemos seguido haciendo continuación de temporada tras las rebajas porque había demanda.
-¿Tiene previsto abrir nuevas tiendas?
-En Sevilla con la que tenemos es suficiente, aunque en otros puntos de España sí queremos. Madrid será seguramente la siguiente, aunque es algo que nos planteamos más a largo plazo.
-¿El extranjero le llama?
-Queremos abrir puntos de ventas en otros lugares del mundo. Los primeros países con los que estamos ya negociando son Inglaterra, Francia y Alemania.
-¿Está padeciendo mucho el sector de la moda la crisis? ¿Hay mucha competencia?
-Están saliendo empresas nuevas, aunque es cierto que algunas que llevan muchos años están viviendo una mala época. Por ahora, y aunque tengo bastante competencia, no me estoy viendo afectada por ella. De hecho, desde que comenzamos hemos crecido. Como hemos empezado en tiempos de crisis, todo es ir hacia arriba.
-¿Qué proyectos baraja ahora tras abrir la tienda?
-Vamos a abrir una línea de novias de Prêt-à-porter que a partir de octubre empezará a funcionar. En la actualidad, hacemos prêt-à-porter de fiesta. Hasta ahora hemos hecho novias a medida pero ahora vamos a abrir una colección con precios más asequibles. A largo plazo no tengo ni idea de qué haré, vamos viviendo un poco al día. Lo de abrir en otros sitios es la principal apuesta, aunque aún no está definido.
-¿Ha participado en desfiles?
-Hemos desfilado en Sevilla de Moda y también en Madrid, además de en la feria de París Who's next. De todos modos, nos mantenemos un poco al margen de las pasarelas. En nuestro caso, está funcionando muy bien lo de darnos a conocer a través del boca a boca y los famosos, que han llegado a nuestros diseños a partir de las tiendas multimarca.
-¿Qué tipo de clienta se acerca a su tienda?
-Tengo clientes de todas las edades, pero el grupo más numeroso es el de mujeres de entre 20 y 40 años. Todos nuestros diseños se confeccionan en España. Así das trabajo a muchos talleres en la zona sur, de distintos tipos, como de modistas, de corte o patronaje. Creamos bastante empleo en nuestra zona de influencia y es algo que queremos que siga siendo así. Además, todos los tejidos que utilizamos para elaborar nuestros diseños son europeos, como las sedas italianas. Son de línea sencilla y femenina. Asimismo, le damos una gran importancia a los pantalones y a los cinturones en nuestras colecciones, en las que utilizamos telas vaporosas y muy caídas. Las bodas son los eventos más importantes para nuestra marca. Normalmente, quien se acerca a la tienda es una chica joven a la que le gusta la moda, sigue las tendencias y quiere ir bien vestida en un momento muy especial.
-Es importante lo que dice de la confección en España. Hay muchos que deciden en los últimos tiempos irse a otros lugares del mundo por ahorrar costes...
-No queremos usar telas orientales ni llevar el trabajo que podemos generar fuera de España. Estamos utilizando los mejores productos y no tenemos ninguna intención de bajar la calidad de nuestras prendas. La mano de obra que nos trabaja es toda española, aunque es cierto que muchas empresas se van fuera. Gracias a esa cercanía, hacemos contacto diario y directo con esos talleres y eso al final se nota en los acabados de cada prenda.
-¿Cuántos trabajadores son en Colour Nude?
-Siete fijos, y aparte están los de los talleres, que trabajan casi al cien por cien con nosotros. La idea es afianzar estos puestos de trabajo aquí, generar empleo local a mayor escala conforme vayamos creciendo.
-Siempre se ha relacionado los talleres textiles con la zona de Cataluña. ¿En Andalucía también funcionan bien?
-Aquí hay talleres muy buenos. Allí lo que había más eran telares, pero talleres de confección ha habido toda la vida en Andalucía, además de en otros puntos del país, como la propia Cataluña o Extremadura. Es cierto que trabajando en el sur se pierde algo de beneficio, pero no nos importa. De hecho, es fundamental que en estos tiempos de crisis económica intensa nos ayudemos entre nosotros. Si no, ¿quién vendrá a hacerlo?
