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Carmona en llamas

El día de la infamia tiene en Carmona la fecha del 22 de julio de 1936. Un libro recuerda ahora cómo se produjo el violento final de la democracia en la ciudad, tomada al asalto por las fuerzas del general golpista Gonzalo Queipo de Llano en su campaña de control de la provincia.

el 16 sep 2009 / 01:30 h.

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El día de la infamia tiene en Carmona la fecha del 22 de julio de 1936. Un libro recuerda ahora cómo se produjo el violento final de la democracia en la ciudad, tomada al asalto por las fuerzas del general golpista Gonzalo Queipo de Llano en su campaña de control de la provincia.

"Cuatro columnas de artillería bombardeaban un reducto republicano a punto de caer. Centenares de militantes carmonenses huyeron hacia otros pueblos de la provincia, otros corrieron peor suerte y cayeron víctimas del metal de los fusiles del bando de los que se hacían llamar nacional. Fue el 22 de julio de 1936, cuatro días después del levantamiento militar. Ese mismo día se truncaron los sueños de libertad para comenzar tres años de guerra entre hermanos". Antonio Lería y Francisco Eslava, autores del libro recién editado Carmona tricolor, que narra esta jornada desgraciada, resumen así cómo la llegada de los franquistas no supuso en Carmona un alzamiento popular, sino la captura a sangre y fuego de la plaza.

El aterrizaje de los regulares -los soldados de la colonia de Marruecos, que ahora apuntaban a todo español que no oliera a pro franquista- puso este punto final a la Carmona republicana, en la que sus ciudadanos "tomaron activa militancia desde que se instaurase la II República el 14 de abril de 1931", rememoran los autores.

Ahora, 78 años después de esa jornada sangrienta, los dos historiadores locales realizan una radiografía detallada del movimiento obrero carmonense en su obra Carmona tricolor: militancia política y afiliación sindical en la II República. La localidad contaba en 1936 con algo más de 22.000 habitantes, 10.000 de ellos con derecho a voto. De ellos los más afectados por el estallido de la contienda civil fueron los casi 1.800 hombres que pertenecían a grupos relacionados con la coalición en el Gobierno, el Frente Popular.

Las represalias no se hicieron esperar y, ante el avance de las tropas sublevadas, los investigadores explican que sólo había dos opciones: huir o morir fusilados. Muchos de los que optaron por escapar acabaron luchando en batallas como las de Brunete, Belchite o la del Ebro, atestiguan las fuentes consultadas por los autores. Y es que sabían que sólo ganando a Franco podrían volver a su pueblo.

TRicolor. Las historias de esos hombres y de otros muchos que formaron parte activa de la política republicana son las que recoge Carmona tricolor, que analiza la afiliación y vicisitudes políticas de aproximadamente 3.000 carmonenses, pertenecientes a más de 30 partidos y sindicatos. Estos datos se ofrecen ilustrados por más de 300 fotografías de la época, que permiten "viajar a un tiempo no tan lejano, aunque muchos se empeñen en enterrarlo para siempre", afirma Eslava.

Los autores han consultado más de un millar de fuentes, entre archivos, prensa y testimonios orales aportados por supervivientes, que son "la memoria viva de aquellos años de activismo y posterior represión". Asesinatos en la noche, camiones camino del cementerio, represaliados de post guerra y hasta los indultos franquistas de los años 40 tienen cabida en las 623 páginas que componen "esta pequeña contribución a revivir un concepto tan de actualidad como la memoria histórica".

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