En estos cuatro años de gobierno socialista presidido por Antonio Cano, las amenazas de moción de censura -planteada por IU tras la situación de La Algaba y finalmente no suscrita por el PP- y las piedras en el camino, o pinza, de PP e IU contra algunas medidas del Consistorio hacen que, a priori, difícilmente se vislumbre un posible pacto postelectoral, más aún, cuando todos, los tres candidatos de los partidos mayoritarios, aseguran que serán los vencedores en las elecciones del próximo día 22, aunque sin mayoría absoluta.
Curiosamente, al hablar con Antonio Cano, Juan Ávila (PP) y Encarnación Milla (IU), las principales propuestas electorales son básicamente las mismas, a buen seguro porque el problema del desempleo es el más acuciante de la ciudad, porque el turismo es una fuente fundamental de riqueza, y porque hace falta un instituto, tanto como el Cercanías de Los Alcores y más dotaciones sanitarias.
La diferencia entre lo que señala el alcalde y sus adversarios es que para Cano, buena parte de estos proyectos ya están muy avanzados, como es el caso del instituto en la calle Guadalete, del que "tenemos ya el proyecto y está a punto de ser licitado", afirma, o la transformación del silo de la carretera comarcal en "centro cultural y biblioteca", que fue aprobado en el pleno municipal del pasado lunes y, como no podía ser de otra forma, con el respaldo unánime de los tres partidos.
En cuanto a las medidas para paliar la alta tasa de paro, Cano reconoce que las posibilidades desde el Ayuntamiento son pocas, pero plantea acciones de políticas activas de empleo, como talleres y casas de oficio "y un plan parecido al de Diputación, de urgencia municipal, para contratar a personas con especiales dificultades".
Sobre este punto, también primordial para el candidato popular, Ávila apuesta por fomentar el asentamiento de empresas en el municipio y programas para jóvenes, al igual que IU, si bien Milla señala entre sus iniciativas dos columnas sobre la que debe crearse este empleo: las obras públicas y una apuesta por los nuevos productos agrícolas y la agroindustria. También vinculan al desarrollo del municipio la conclusión del Plan General de Ordenación Urbana y el desarrollo de los distintos polígonos industriales.
Poner en valor la cultura y el patrimonio de la capital de Los Alcores de cara a la llegada de un turismo que genere riqueza, y empleo, es otra de las propuestas en las que coinciden. Así, Antonio Cano anuncia la puesta en marcha del Plan Estratégico de Turismo e industrias culturales, que aproveche la enorme potencialidad del municipio. Por su parte, Juan Ávila quiere que Carmona sea declarada Ciudad Turística, cambiando el modelo actual en el que apenas se producen pernoctaciones. Además apuesta por construir campos de golf -"tenemos un término municipal de 924 kilómetros cuadrados"-, y abrir al público las numerosas iglesias que hay cerradas.
IU vincula el desarrollo turístico con el cultural y formativo y apuesta por el proyecto Carmona Universitaria -la décima ciudad andaluza con universidad-, "un proyecto que traería más de 3.000 personas a vivir a nuestra ciudad y generaría puestos de trabajo, además de aportar un enriquecimiento cultural y educativo".
Otro de los puntos esenciales en los que coinciden son las infraestructuras. El Cercanías que una Los Alcores con el Metro de Sevilla en Alcalá de Guadaíra o directamente hasta la capital está en las propuestas de PP y PSOE, que también incluye el desdoble de la carretera.
En cuanto a las carencias en materia sanitaria, la demanda de una ambulancia de cuidados críticos y urgencias (Deccu), con sede hoy en El Viso del Alcor, y de un hospital comarcal va unida, en el caso de IU a defender la centralidad de Carmona en la comarca, como resolvió una sentencia del TSJA, mientras que en el caso del PP se amplía a un centro de especialidades y, si no es viable el hospital comarcal, pide un segundo centro de salud.
¿Cuáles son las expectativas para el 22-M? Pues que todos ganarán. Al menos eso es en lo que confían, si bien sólo Juan Ávila afirma tener encuestas, o sondeos, que le dan como ganador, aunque "no nos dan la mayoría absoluta, pero sí tendencias al alza y se puede lograr en 15 días". El alcalde asegura que "las sensaciones son buenas", y está seguro de que "seremos el partido más votado". Como lo está Encarnación Milla: "Nuestra expectativa es gobernar en solitario, recuperar el gobierno porque en el pueblo hay un descontento generalizado y la gente nos pide volver".
Lo que está claro es que dos se equivocan. Y que todos tienen claras las necesidades que tiene Carmona. Ahora serán los carmonenses los que tendrán que decidir, si no por programas, sí por la gestión realizada en estos cuatro años y lo que queda por hacer, por la vuelta a 12 años de gobierno de IU con iniciativas a medio terminar, o por una cara nueva y fresca que, sin embargo, no propone nada nuevo. En sus manos está.
