Los 30 nuevos kilómetros de carril bici empiezan a tomar forma en este mes de agosto. La segunda red afecta a vías secundarias, muchas de ellas escenario habitual de la doble fila y bolsas de aparcamiento de los barrios. La prioridad es clara: las bicis. Aunque para ello haya que suprimir estacionamientos en más de una veintena de calles.
El modelo de ciudad del Gobierno local tiene los carriles bici marcados como una prioridad. Cuando finalice este año, la red tendrá más de 100 kilómetros. Después de una primera fase que afectó a las calles principales de la ciudad -muchas de ellas tan amplias que permitían distintas opciones constructivas-, la segunda fase, que se ejecuta en estos momentos, llega a vías de Macarena, Triana o el distrito Sur en las que los carriles obligan necesariamente a suprimir plazas de aparcamientos. Según los planos disponibles en la página web de la oficina de la bicicleta, en más de una veintena de calles -en total son medio centenar de vías afectadas- los carriles se han hecho un hueco a costa de los aparcamientos, mientras que en otros casos se han buscado opciones como eliminar un carril de la circulación.
Aunque el pulso entre aparcamientos y carril bici ya se produjo en la primera fase de la red de carriles bici, en esta segunda afecta a calles que representaban una gran bolsa de estacionamientos en algunos barrios. Es el caso de Triana. Entre Clara de Jesús Montero -que pierde una línea entera de aparcamientos-, San Vicente de Paúl -que pasa de la batería a la línea y se queda con un sólo carril- y San Jacinto -donde se reducen las plazas a la mitad-, el barrio pierde más de un centenar de estacionamientos a cambio de obtener más de tres kilómetros de carriles bici y de ver cómo se reduce sensiblemente el problema de la doble fila.
Cruz Roja, Barzola, Carretera de Carmona, Luis Montoto, la Avenida de la Borbolla... En todos estos casos, los técnicos no han tenido otra opción que utilizar espacio destinado a los aparcamientos. Pese a esto, según fuentes de la Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad, en todo momento se ha intentado reducir el impacto en los barrios, y de ahí que todos los diseños hayan pasado por los técnicos del área de Movilidad.
Se ha recurrido a distintas opciones. En vías como San Hermenegildo, se han transformado los estacionamientos en batería por otros en cordón. De esta forma ocupan menos espacio, aunque también se reduce casi a la mitad el número de plazas. En otras calles como Carrero Blanco, se ha optado por eliminar un carril de circulación en lugar de limitar los estacionamientos. Y siempre que ha sido posible, como ocurrió en la Glorieta del Cid, se ha aprovechado espacio de las aceras para las vías ciclistas.
Al contrario de lo que ocurrió con la primera fase del carril bici, en esta ocasión el margen de maniobra del Ayuntamiento es más reducido. Ya no hay opciones de modificar completamente trazados de acuerdo con los vecinos como ocurrió en Reina Mercedes o en Carrero Blanco. Sólo se pueden introducir leves modificaciones que no alteren ni el presupuesto ni los plazos. Ésta es una de las condiciones del plan extraordinario de inversiones del Gobierno central, a través del cual se financia toda esta iniciativa.
Pese a esto, según subrayaron desde IU, ha habido conversaciones con distintos colectivos de vecinos y comerciantes, y, de momento, sólo se han detectado algunos puntos conflictivos. Ha sido el caso de República Argentina, donde pese a las peticiones vecinales no se ha accedido a unificar el carril -ahora va una vía en cada sentido- debido a que legalmente no se puede utilizar más espacio de las aceras, y de San Jacinto, donde se han levantado algunas protestas aludiendo a una supuesta falta de información de vecinos y comerciantes.
En las próximas semanas, conforme avancen las obras, pueden surgir nuevas zonas conflictivas, especialmente una vez que las vallas y excavadoras empiecen a suprimir las plazas de aparcamiento. En algunas de las vías habrá que aguardar a la vuelta de las vacaciones, para evaluar el impacto en los barrios. El Ayuntamiento juega con un elemento en contra, que ya admitió el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, en el mes de junio: "Nosotros aplicamos el modelo de movilidad, el problema es que no ha sido posible que la otra parte del Gobierno cumpla con su parte", indicó en referencia al retraso de los aparcamientos de residentes. Hay casi una veintena de instalaciones que acumulan varios años de retraso.
Aunque haya críticas, en esta segunda fase, el Gobierno local tiene menos dudas que en la primera. Casi 80.000 personas usan diariamente los 70 primeros carriles bici construidos.
