Después de que el PSOE-A ratificara la continuidad del alcalde y de que la configuración del Gobierno andaluz no generase movimiento alguno en Plaza Nueva, Emilio Carrillo ha decidido salir del Gobierno local usando como justificación dos conflictos internos surgidos en el Ayuntamiento ajenos a las guerras internas de los dos sectores del partido: las diferencias por la seguridad del edificio Diego de Riaño ( que le enfrentó a tres ediles precisamente del sector afín a José Antonio Viera) y la congelación del acuerdo laboral firmado por los sindicatos que cuenta con un informe contrario de la intervención municipal desde su aprobación en el Pleno, ratificado después por un informe de la secretaría general del Ayuntamiento que obligó a congelarlo. El que fuera vice alcalde y actual miembro de la Ejecutiva Regional del PSOE ha decidido anunciar su dimisión sin ni siquiera comunicárselo al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ni formalizarlo en los órganos de dirección del partido a nivel provincial.
Hace ya varias semanas que Carrillo anunció el inicio de un periodo de reflexión sobre su continuidad en el Ayuntamiento una vez que el alcalde fue ratificado en su cargo y que, por tanto, quedaba abocado a continuar en la Delegación de Recursos Humanos, un cargo que le impuso el regidor que siempre se ha mostrado contrario a dejar a un edil sin competencia alguna en el Consistorio. En los planes del concejal estaba aguantar aproximadamente hasta el verano aunque los conflictos surgidos con el resto del Gobierno local (ya no sólo con los ediles del sector crítico, aunque fuera la portavoz del Gobierno municipal Maribel Montaño quien arremetiera contra él) y la reestructuración de la Junta de Andalucía que no ha modificado de momento la situación en Sevilla, han precipitado los acontecimientos.
