Sevilla, 8 de diciembre de 2007
Muy querido hermano, Paz y Bien:
Cuando hace unos días Ud. solicitó poder traer temporalmente al Señor del Gran Poder, sin lugar a dudas no sólo lo acepté, sino que sentí vergüenza al escuchar que el Señor del convento -que es el Señor del Gran Poder-, pidiera hospedaje a sus mendigas hermanas capuchinas de Santa Rosalía.
Al comunicarlo a la comunidad todas se alegraron, y por unanimidad dijeron que le comunicara tanto a Ud. como a los demás hermanos que nos sentimos orgullosas de que el Gran Poder quisiera hospedarse en nuestra iglesia. Llegado el momento oportuno veremos algunos detalles referentes al uso de nuestra iglesia, pero ya queremos manifestarle que hemos acordado poner nuestro templo a su entera disposición.
Nosotras sólo saldremos a la iglesia a las 8 de la mañana para la eucaristía y rezo de Tercia, y a partir de esa hora queda a disposición de nuestros hermanos del Gran Poder durante todo el día. Queremos ponernos a su entera disposición para todo lo que necesiten de estas sus agradecidas hermanas.
Atentamente.
Hermana Mª Dolores Otero J. O.C.C.