Cartas a los Reyes de verdad

La asociación Cadena de Favores de Los Palacios recoge medio millar de cartas con los deseos de los niños más desfavorecidos.

el 03 ene 2014 / 23:15 h.

Equipo de voluntarios de Cadena de favores con los regalos que ya han preparado para repartir. Equipo de voluntarios de Cadena de favores con los regalos que ya han preparado para repartir. Rubén, de 7 años, le escribió a los Reyes, que repostan en una asociación de su pueblo llamada Cadena de Favores en Los Palacios, pero no se le ocurrió otra cosa que pedirles “un trabajo para mi padre”. José Antonio, que es del Betis, hubiera pedido “toda la equipación oficial” de su equipo, pero “como la cosa está muy mala”, se conforma con que le traigan “lo que sea”. Y así lo redactó, con la literalidad de su sencillez de niño que, pese a las limitaciones económicas de su familia, tendrá más motivos que otros para creer en Baltasar, porque su carta la estaban leyendo ayer de verdad. Y la noche del 5 de enero, Sus Majestades de Oriente llamarán a su casa de verdad y le entregarán en mano algún regalo de los que la asociación que preside Inma Ramírez lleva casi un mes limpiando, reparando y empaquetando para repartir entre los pequeños más necesitados. “Estas de aquí no sirven”, explica Consolación Delgado, la secretaria, “porque no tienen dirección ni teléfono”. Y es que estas misivas a los Reyes son las más serias que se escriben en este municipio del Bajo Guadalquivir, porque se leen de cabo a rabo, se selecciona entre los juguetes donados el más apropiado y se apunta la dirección para su auténtico reembolso durante la madrugada del 6 de enero. A cambio, “basta con una sonrisa, o una copita de aguardiente...”, como señala Inma Ramírez, que añade: “Se te pone un nudo en la garganta cuando gente que no tiene nada te lo entrega todo”. Es la idea estructural de la asociación Cadena de favores. “Recuerdo que el año pasado, cuando le llevamos juguetes a una familia, me cogió una niña pequeña de la mano, me apartó, me hizo agacharme y me dijo al oído: ‘¿Tú sabes que mi madre es pobre?’”, cuenta Inma. “Y entonces yo le hice ver a aquella chiquilla que no, que su madre era muy rica teniéndola a ella y que simplemente pasaba una mala racha, como cualquiera, y una sonrisa de oreja a oreja le iluminó la cara”. Cadena de favores tiene su sede en el edificio del antigua guardería municipal, y hasta allí acudieron el pasado lunes los niños de las más de 200 familias que tienen registradas. Los chiquillos entregaron sus cartas a un heraldo real y “se fueron merendados”, como refiere Isabel Delgado, la tesorera de esta asociación que no maneja dinero, sino buenas ideas que compartir con los demás. “Estamos en contacto con Asuntos Sociales del Ayuntamiento para cribar qué familias son realmente las que necesitan ayuda”, cuenta mientras etiqueta ropa, zapatos, muebles y juguetes entregados por una lista de voluntarios que, poco a poco, igualará a la de los beneficiados, porque “la idea no es dar siempre en la misma dirección, sino pagar unos favores con otros”. “Hay en el pueblo muchos parados que no sólo están dispuestos a prestar su tiempo y sus conocimientos, sino a enseñarlos”, explica Inma, que después de Reyes organizará varios grupos de voluntarios para “ir a arreglar habitaciones de niños que a lo mejor no tienen ni cama, o las tienen pero muy sucias”. La asociación está buscando empresas dispuestas a dar trabajo o algún tipo de actividad por un salario simbólico. El proyecto más ambicioso es montar el primer comedor social del pueblo. Ya han comprometido al Ayuntamiento para ceder un local.

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