Entre compra y compra, muchos sevillanos acudieron ayer a las calles de un abarrotado Centro para recibir al Heraldo Real. Carros de bebé y muchos niños pudieron verse apostados en primera fila, carta en mano, para hacer llegar a Sus Majestades los Reyes Magos lo que han pedido este año.
Media hora antes de la salida de la comitiva, el ambiente de espera se mezclaba con aquellos que echaban vistazos de última hora en los comercios. Los padres y madres, como si de una expedición se tratara, cargaban grandes mochilas con provisiones suficientes para aguantar toda la tarde y parte de la noche.
Con una puntualidad inglesa, la banda de Virgen de los Reyes rompió con un majestuoso sonido de tambores en mitad de la calle Orfila que despertó a todo aquel que esperaba con muecas de aburrimiento. Todo aquel que estaba montado a hombros de su progenitor comenzó a moverse al ritmo de la música, mientras buscaba alguna señal del Heraldo.
El centenar de beduinos, que este año hicieron el recorrido a pie, levantaron la ovación del público que corría despavorido detrás de la primera lluvia de caramelos. Un repertorio de villancicos fue la primera banda sonora de la comitiva real.
Una farola o una papelera, cualquier sitio valía para tener la mejor perspectiva del paso del Cartero llegado desde Oriente. "¡Jesús, tu carta!", gritaba una madre al ver que el niño se lanzaba desesperado al bullicio de la primera fila. Misivas de todos los tamaños y colores llegaron ayer a las manos del Heraldo y su séquito de beduinos.
Siguiendo a la carroza real, que almacenaba una montaña de peticiones, marchaban en procesión los que serán protagonistas en el día de hoy: José Pérez Bernal (Melchor), Francisco Herrero (Gaspar), Rafael Gordillo (Baltasar), Miguel Cruz (Mago de la Fantasía) y Belén Bellido (Estrella de la Ilusión). El más solicitado para fotografías durante el recorrido fue sin duda Baltasar, aclamado por la afición bética.
Como ya ocurriera en Semana Santa, las setas de la Encarnación se volvieron a convertir en el mejor palco para ver, esta vez, al paje de Sus Majestades y a toda su corte. Caramelos, peluches y otros juguetes no dejaron de caer al grito de pequeños y mayores.
Por la plaza de Cristo de Burgos continuó la música, con un popurrí flamenco y la canción de Disney de La Sirenita. Raro era el que no bailaba o, por lo menos, hacía un tímido movimiento de pies. Los turistas, boquiabiertos ante el cortejo, no dudaron en inmortalizar el momento. La afluencia fue en aumento al llegar a la Alfalfa y la Plaza del Salvador. La misma plaza de San Francisco que cada tarde se llena de espectadores del mapping, ayer lo hicieron para hacer acopio de dulces y regalos.
A su llegada al Ayuntamiento, el mensajero real fue recibido por el alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), que entregó al Heraldo las llaves de la ciudad para que los Magos de Oriente puedan entrar esta noche en cada casa y repartir regalos para los niños "de la mejor ciudad del mundo". El alcalde también quiso recordar a aquellos pequeños que pasan las Navidades en el hospital o en hogares afectados por el paro.
Y así, el Heraldo Real volvió al Ateneo de Sevilla, ya a pie por la calle Orfila, cargado de sueños, deseos e ilusiones por cumplir para Melchor, Gaspar y Baltasar. Sólo queda esperar a mañana.
