El problema de movilidad de la Isla de la Cartuja se arregla con más puentes, la llegada del Cercanías , aparcamientos disuasorios en el perímetro y otras soluciones, entre ellas, la instalación de "pasillos rodantes", o lo que es lo mismo, alfombras mecánicas que unan la parada del Cercanías junto a Torretriana con el rascacielos y éste con Torneo. Así como la estación del tren en el antiguo apeadero del AVE con la avenida Marie Curie, el corazón del parque científico y tecnológico. Ésta es la receta de Isaías Pérez Saldaña, presidente de Cartuja 93 .
Así lo explicó ayer en un encuentro informativo con la vicepresidenta ejecutiva del Grupo Ayesa y consejera delegada de Sadiel, Arancha Manzanares, en el que insistió en que la idea es darle una "proyección modernista" a la isla y a la zona donde Cajasol levanta ya el rascacielos diseñado por César Pelli , con 178 metros de altura (80 más que la Giralda). Esos "pasillos rodantes" serían similares a los de la nueva terminal (T4) del aeropuerto de Barajas o como las instaladas en Sierra Nevada en las zonas para esquiadores principiantes.
¿Y quién lo pagará? Pérez Saldaña, que no quiso concretar cuánto costarían estas alfombras mecánicas en altura y cubiertas, sostuvo que hay proyectos de la Unión Europea que lo podrían financiar y que incluso Cartuja 93 ya pidió un "diagnóstico económico" para instalar una de estas alfombras desde la futura parada del Cercanías en el antiguo apeadero del AVE, en Carlos III, hasta la avenida Marie Curie. En su opinión, no tendrían más de 200 o 300 metros y aligerarían el trayecto que se tendría que hacer a pie.
Eso sí, primero tendrá que llegar el Cercanías hasta la isla, para lo que ya han empezado las obras. La previsión es que esté listo en abril de 2012, como recordó Pérez Saldaña, quien admitió que la torre de Pelli es un punto "complejo" desde el punto de vista de la movilidad, ya que tendrá un aparcamiento para 3.500 vehículos y atraerá mucho tráfico a una zona ya saturada.
Por eso considera fundamental que el Cercanías conecte con la línea 1 del Metro en Blas Infante, por el tren "monoviga" o por el propio Cercanías . Y es que el presidente del recinto empresarial también reconoció que si el Ministerio de Fomento decide prolongar el Cercanías hasta la parada del Metro en Blas Infante, el proyecto del tren electromagnético de ACS no tendría sentido. No obstante, matizó que si Fomento no tiene claro esta prolongación, el proyecto del tren electromagnético debería empezar "tras la llegada del Cercanías a la Cartuja", esto es, en la próxima primavera.
Con las cifras en la mano, el proyecto de la empresa de Florentino Pérez (que pretende que Sevilla sea su banco de pruebas para homologar una tecnología que sólo se usa en China, la del tren de levitación magnética o tren bala) sale mal parado. Se estima que costaría 165 millones -y con una demanda cuestionable- frente a los entre 70 y 80 millones que costaría la ampliación del Cercanías, que llegando a Blas Infante cerraría la red.
Con uno u otro tren, la Cartuja, además, necesita más puentes. Por eso Pérez Saldaña defendió que el prometido por Agesa al Ayuntamiento debe construirse, pero no como pasarela peatonal, sino para tráfico, para así paliar la congestión que se augura con la apertura del rascacielos. A ese habría que unirle el puente que costearán el Grupo Barceló (Hotel Renacimiento) y Cajasol (máximo accionista de Isla Mágica) en la prolongación de José Díaz, "que está casi acordado, a falta de un último aspecto", dijo Pérez Saldaña.
