El servicio de autobuses que presta Casal en el área metropolitana vuelve a la normalidad: la Agrupación Sindical de Conductores (ASC) acordó mantener la suspensión de la huelga indefinida que desde el pasado 15 de mayo acogotaba a los usuarios.
La suspensión de la huelga, en vigor desde hace una semana, estaba condicionada por el sindicato convocante del paro al resultado de las negociaciones mantenidas ayer en la Delegación Provincial de Empleo con la empresa, y con el titular de este departamento de la Junta de Andalucía, Antonio Rivas, como mediador. Y al final de una hora y cuarto de negociaciones, con pocas voces al otro lado de la puerta, los portavoces de ASC dieron la huelga por suspendida.
No es aún la fumata blanca definitiva en un conflicto laboral que había dejado en tierra cada día a 13.500 usuarios desesperados, pero la situación de funcionamiento normal del servicio que se vive desde hace una semana y esta nueva tregua hacen más difícil que la huelga rebrote.
La huelga, que de momento sigue suspendida, que no desconvocada, puede reactivarse si hay escollos en las negociaciones o si la asamblea de trabajadores de Casal -240 empleados- así lo exige. Precisamente, eso ocurrió hace justo una semana.
Pero, el lunes tanto el delegado provincial como el director de Casal, Luis Martín, y el secretario general de ASC, Javier Marque, se esforzaron en representar un ambiente de posturas aún distantes, pero con buenas vibraciones, al contrario que la semana pasada, cuando la desconfianza entre plantilla y empresa frustró en el tiempo de descuento un acuerdo semejante.
En este sentido, el delegado provincial habló de "impulso importante" al protagonismo de la negociación frente a la presión. El portavoz de ASC se refirió a la reunión como una negociación con "buenas perspectivas". Y el director de Casal también salió "satisfecho" del encuentro.
Las partes todavía no han abierto la negociación sobre salarios, horas de trabajo y condiciones de los autobuses. Les separa aún una distancia abismal, pero en unos días (aún sin fijar fecha) volverán a reunirse con una nueva plataforma por parte de los trabajadores. El portavoz del sindicato busca que entonces se llegue a un acuerdo que "mejore" el convenio colectivo provincial del transporte.
Las posturas de partida al principio del conflicto laboral eran, en todo caso, un salario de algo más de 800 euros que ASC quiere subir a 1.200; jornadas de hasta 12 horas al volante que quiere reducir; y una flota que recibe las quejas de usuarios y conductores y que quieren renovar.
Negociadores. Una de las claves para desatascar el conflicto laboral ha sido la incorporación por parte de ASC de negociadores: el propio delegado provincial enfatizó al término de la reunión que su papel había sido determinante para que la huelga no se eternice.
Casal opera en la Gran Sevilla con 15 líneas en la corona y cuatro en la red de Tussam, con una clientela potencial de 240.000 personas, aunque el todavía ineficaz sistema de transporte público de Sevilla los aleje a casi todos del autobús.
