Una bronca como despedida. La presidenta saliente del Tribunal Constitucional (TC), María Emilia Casas, utilizó su último discurso en el cargo, durante la toma de posesión de los nuevos magistrados elegidos por el Senado, para criticar el ambiente de crispación política en torno a las últimas decisiones de este órgano y abroncar a los parlamentarios por su tardanza en realizar la renovación del mismo.
La jueza afirmó que "si los procedimientos previstos por los reglamentos de las Cámaras no consiguen que se cumpla la Constitución, habrá que modificarlos".
En presencia de los ministros de Justicia y Presidencia, Francisco Caamaño y Ramón Jáuregui; de la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, y de los más altos representantes de la judicatura, la presidenta señaló que "sin atribuir culpas ni repartir responsabilidades" la actual situación de este órgano supone un "incumplimiento grave" de la Constitución, que exige que los miembros del tribunal se renueven por terceras partes cada tres años.
Casas añadió que la legitimidad de los magistrados "se ve empañada si las designaciones no se llevan a cabo en el momento previsto por la Constitución y quedan embarradas por todo tipo de cábalas y supuestas negociaciones políticas llevadas a cabo al margen del Parlamento". No obstante, afirmó que hay que celebrar la renovación parcial del tribunal tras la entrada, con tres años de retraso sobre lo legalmente establecido, de los magistrados Francisco José Hernando, Adela Asúa, Luis Ignacio Ortega y Francisco Pérez de los Cobos. "La celebración, sin embargo, no es completa", según Casas.
Así, Casas explicó que la renovación se produjo con el mayor retraso en la historia de este órgano y aún está pendiente por el Congreso la de los magistrados cuyo mandato concluyó el pasado noviembre y la que cubrirá la vacante del fallecido Roberto García-Calvo en 2008.
Las palabras de Casas fueron respondidas por PSOE y PP. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, manifestó que, como Gobierno, no se sintió aludido por las críticas vertidas por la presidenta saliente del TC: "Los destinatarios han sido los grupos parlamentarios, pero es un reproche que tenemos que asumir". Mientras, el coordinador de Libertades Públicas y de Justicia del PP, Federico Trillo, aseguró que la salida de María Emilia Casas del Tribunal Constitucional pone fin a la "etapa más negra" de esta institución. Además, se mostró contrario a que pueda formar parte del Consejo de Estado después del "daño" que ha hecho al alto tribunal.
