Ni Gran Plaza, ni Puerta Jerez ni Barqueta. La segunda terminal de Tussam con más autobuses (diez líneas) será la de Ponce de León, pese a sus reducidas dimensiones. A partir de hoy, la Encarnación se libera por las obras y Ponce de Léon, una zona ya saturada de ruidos, acogerá 980 autobuses y unos 24.000 usuarios al día.
Sólo el Prado acoge en un espacio relativamente próximo más líneas de Tussam, alrededor de 19, mientras que la Gran Plaza ofrece ocho, la Puerta de Jerez cinco y la Barqueta (la esquina de Resolana con la glorieta Cayetana de Alba) alberga otras ocho líneas. En el caso de la Puerta Osario, en María Auxiliadora, se concentran ocho líneas, mientras que en el entorno, en Arroyo, Gonzalo de Bilbao y Laguillo se disponen otras seis. Ponce de León, desde hoy, será el punto final de diez: la lanzadera al Duque, el 10, 11, 12, 15, 20, 24, 27, 32 y el C-5.
Con todo, lo cierto es que la plaza de Ponce de León, muy reducida, junto con Jerónimo de Córdoba, reunirá a casi un tercio de las líneas de la empresa municipal de transportes. 980 autobuses pasarán por allí al día (1,5 de media al minuto). Casi 24.000 usuarios. Por esto mismo los vecinos temen que aumente el ruido y los atascos. Si bien su mayor preocupación es la falta de aparcamiento en la zona tras la eliminación del centenar de plazas en Ponce de León. Para ellos no hay alternativa posible.
Lo cierto es que, según el último mapa de ruidos realizado por el Ayuntamiento, la plaza de la Encarnación y Ponce de León, durante el día, registran entre 65 y 70 decibelios, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda no pasar de 65. Es una zona naranja. Imagen y Almirante Apodaca son áreas rojas: los vecinos soportan entre 70 y 75 decibelios y Juan de Mesa, más de 75. La contaminación acústica es alta, sobre todo, por el tráfico.
La calle Juan de Mesa, además, se encuentra en la franja naranja oscura por la noche, entre las 23.00 y las 7.00 horas. Soporta entre 65 y 70 decibelios cuando la normativa desaconseja más de 56. Imagen y Ponce de León registran entre 55 y 60 decibelios en la franja horaria nocturna.
Joaquín Herrera, portavoz de Juristas contra el Ruido, aseguró a este periódico que el Ayuntamiento no está teniendo en cuenta a los ciudadanos en sus planes y que llegar a la Campana se está convirtiendo en "una carrera de obstáculos".
El sector del comercio, por su parte, criticó al Gobierno municipal por la "improvisación" entorno a este proyecto. De hecho, no se conoce si la terminal de Tussam se mantendrá en Ponce de León para siempre o si, tras las obras, se vuelve a reestructurar. De todas formas, parece improbable que los autobuses vuelvan a la renovada Encarnación.
Otra de las incógnitas es cómo controlará el Ayuntamiento que los vehículos privados no entren hasta la Encarnación, como ahora ocurre pese a la señal que lo prohibe. El delegado de Movilidad, Francisco Fernández, no ha descartado ninguna opción: refuerzo policial, instalación de cámaras... Residentes, motoristas, taxistas y la lanzadera de Tussam al Duque serán los únicos que podrán circular por la Encarnación.
La línea de Tussam B-2, que iba de Triana a la Encarnación, terminará en el Duque, donde se cambiará el sentido del tráfico en el lateral de la fachada principal de El Corte Inglés para convertir esta plaza en una gran rotonda.
Cambios en el tráfico, para taxis y descarga
Entre las novedades está también el cambio de sentido de Don Pedro Niño para dar salida al barrio a los vehículos que no pueden salir por las zonas habituales de Encarnación y Laraña. La calle Amparo será sólo para vecinos. También se modifica el sentido de la parada de taxis del Duque y la de Imagen ya está lista en la acera de enfrente. Habrá nuevas zonas de carga y descarga en Imagen y Regina.
