Local

«Casi el 40% de los mayores de 65 años está sobremedicado»

Juan Carlos Morales es el presidente de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria, que entre el 21 y el 23 de octubre celebra en Sevilla su XIV Congreso Nacional centrado en la atención a las personas mayores.

el 18 oct 2009 / 18:52 h.

TAGS:

Juan Carlos Morales.

-El lema del congreso de la SEFAP es: "Más edad, más fármacos, más riesgos". ¿Qué papel reclamáis como farmacéuticos de Atención Primaria en aras de la eficacia de los tratamientos farmacológicos y para evitar efectos nocivos?
-Los fármacos son cada vez más avanzados y esto requiere que los profesionales sanitarios realicen una capacitación progresiva. Por este motivo, nuestra función de enlace entre los médicos y los enfermeros de primaria es fundamental. Pero también está la parte de gestión y aquí tenemos el respaldo de la Ley del Medicamento, de 2006, que otorga un papel destacado a nuestra especialidad en la promoción del uso racional del medicamento.


-Pero, ¿qué beneficios tiene para el paciente vuestra presencia en el seguimiento médico del tratamiento?
-Nuestro trabajo directo con el paciente busca que la administración de la medicación propuesta por el médico sea la correcta para lograr en el paciente los efectos positivos de los fármacos y evitar los negativos, es decir, los efectos secundarios.


-Por el lema del congreso, se entiende que el sector de edad que más os preocupa son las personas mayores.
-El uso de los medicamentos en los mayores de 65 años es un tema crucial. Hay que tener en cuenta que el 40% de los fármacos que se dispensan en los centros de salud se dirige a ese sector de la población. Estas personas tienen una biología diferente a la de los más jóvenes y por eso hay que estudiar el efecto de los fármacos y sus posibles reacciones adversas.


-¿Hay un problema también de automedicación?
-Por su puesto, y es más preocupante incluso porque de lo que el paciente toma por su cuenta no tiene constancia ni el médico, ni el enfermero, ni el farmacéutico del centro de salud. En las personas mayores, además, esta automedicación coincide con la polimedicación: casi el 40% de quienes tienen más de 65 años está sobremedicado: toma cinco o más fármacos por enfermedades crónicas y esto puede hacer que un paciente al tomar un fármaco cause un perjuicio para su salud. Los médicos de cabecera ven a diarios consultas de este tipo.


-¿Cómo influye esto en el seguimiento y cumplimiento por parte del paciente de la medicación recetada?
-Hay un problema general de no cumplimiento del tratamiento prescrito que se agrava mucho más en los mayores porque estos suelen tomar varios fármacos al mismo tiempo, por lo que los olvidos son más frecuentes.


-¿Qué puede evitar en estas situaciones el profesional de la farmacia que no pueda hacerlo el médico?
-Nosotros tenemos un mayor conocimiento de los fármacos. Muchas veces se puede confundir un efecto secundario con el síntoma de una nueva patología y esto puede llevar al médico a cometer el error de prescribir un fármaco más en vez de a detectar qué fármaco le produce ese síntoma y retirárselo o prescribirle otro que no se lo produzca. Y esto es tarea del farmacéutico. Pero no sólo habría beneficios para la salud, también para la gestión del sistema.


-¿Cuáles?
-Pondré un ejemplo. Un farmacéutico analiza la situación de un paciente y advierte que puede distribuir mejor su medicación para hacerla más efectiva y que tome menos fármacos. Esto afecta también a la gestión y a la reducción del gasto farmacéutico.


-En España unos 550 farmacéuticos trabajan en los centros de salud (unos 65 en Andalucía). La mitad que en los hospitales y un número muy reducido en comparación con los médicos de primaria. ¿Es posible realizar un seguimiento a todos los pacientes?
-Generalmente trabajamos con las historias clínicas de cada uno y si detectamos algo o tenemos alguna sugerencia la tratamos con el médico. Pero hay pacientes a los que vemos directamente, y a éstos los seleccionamos según criterios de riesgo o si están tomando algún fármaco complejo o que pueda conllevar ciertos efectos secundarios. En esta labor, uno de los aspectos que hay que mejorar es el seguimiento desde atención primaria al paciente una vez éste ha salido del hospital con un tratamiento prescrito.


-Entonces, ¿hacen falta más farmacéuticos en primaria?
-Para lo que hacemos somos pocos y además aspiramos a hacer mucho más. De hecho, un sistema sanitario que conceda a los farmacéuticos el mero papel de custodios y dispensador de fármacos es insostenible.

  • 1