En cuanto a la nacionalidad, 18 asesinos eran españoles (56,3%) y 14 (37,5%), eran extranjeros. Además, seis de cada diez no quisieron suicidarse tras cometer el crimen, mientras que un total de siete (21,9%) lo intentaron y hasta seis (18,8%) lo consiguieron.
En casi siete de cada diez asesinatos, estos hombres convivían con las mujeres a las que acabaron matando, mientras que en un tercio de los casos no había convivencia con la víctima del asesinato.
Asimismo, la estadística revela que 21 de los 32 criminales (65,6%) mataron a la mujer que todavía era su pareja, mientras que once de ellos asesinaron a la mujer que había roto con ellos o con la que estaban en fase de ruptura.
El balance de víctimas, elevado a 32 tras los cinco crímenes registrados la semana pasada, coincide con el registrado en el mismo periodo de 2006 y 2007 y supone que han muerto asesinadas diez mujeres más que entre el 1 de enero y el 6 de junio del año pasado.