Los Juanes, que cada 23 de junio llenan de fuego numerosas calles y plazas del municipio, volvieron a demostrar que, poco a poco, parece que vuelve a haber ganas de recuperar una tradición en la cual la convivencia entre los vecinos se alza como una de las protagonistas indiscutibles del evento.
Fueron en torno a 40 las barriadas que se sumaron a la fiesta. Junto a las cenas en plena calle, donde cada vecino aporta algo para compartirlo con el resto, también se organizaron juegos y conciertos y pudieron verse y escucharse los petardos, cohetes y fuegos artificiales que iluminaron la mágica noche de San Juan en Utrera.