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Casitas de Queipo

Tuve la fortuna, en años mozos, de vivir en Los Remedios viejos, una serie de casitas en manzana con zona común central muy similar a lo que muchos años después se llama urbanización de adosados y que se conocieron durante muchos años como "las casitas de Queipo".

el 15 sep 2009 / 08:25 h.

Tuve la fortuna, en años mozos, de vivir en Los Remedios viejos, una serie de casitas en manzana con zona común central muy similar a lo que muchos años después se llama urbanización de adosados y que se conocieron durante muchos años como "las casitas de Queipo". A la otra parte de la ciudad se construyó un hospital con el nombre de General García Morato, al que mi abuelo llamaba Corea y que los más viejos lo recuerdan así, aunque ahora le han quitado la parte del apellido para llamarlo sólo General de Andalucía, como si en Andalucía hubiera generales.

En Sevilla siempre han estado las "casitas de Queipo" y el García Morato, pero nadie sabe a ciencia cierta donde está la calle dedicada a Franco, a José Antonio o a Sanjurjo, aunque éste tuvo el privilegio de que su nombre aparecía bien claro en el Cristina.

Queipo de Llano fue republicano y luchó en la Guerra Civil al lado de Franco. En Sevilla inventó lo que años después puso en marcha Goebels y siguen haciendo con alevosía desde los tentáculos de San Telmo, como fieles discípulos del primer maestro del periodismo moderno, a quienes hemos estudiado los civiles como precedente de ciudadano Kane y los militares como precursor de MacArthur. Ahora le han quitado a Queipo de Llano el título de hijo adoptivo, pero no borrarán de la memoria sus moros, sus casitas, tan monas ellas, llenas de gente entrañable, ni sus discursos desde Unión Radio. No creo que Queipo, a estas alturas, se dé por aludido. A buenas horas ganar batallas.

Consultor de comunicación

isidro@cuberos.com

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