Se avecinan cambios importantes en el seno del consejo de administración del Real Betis. Si bien es cierto que todos los esfuerzos están centrados en este momento en la salvación del primer equipo, los movimientos en la cúpula se están produciendo y pueden existir novedades importantes si Manuel Ruiz de Lopera accede a una serie de puntos. El actual consejero delegado pasa por un delicado momento de salud y se encuentra cansado después de tantos años gestionando al Betis. El segundo accionista y consejero Manuel Castaño estaría dispuesto a dar un paso adelante y postularse como presidente en sustitución de Pepe León si se dan una serie de condiciones. Así lo desveló ayer Radio Sevilla.
En primer lugar, la candidatura de Castaño garantizaría los avales que Lopera tiene puestos en el Betis y en todo momento rendiría cuentas de su actuación al frente del club al máximo accionista y a la junta general. La intención es darle su sitio al máximo accionista, agradeciéndole tanto sus avales como el hecho de que salvara a la entidad en 1992. A partir de ahí, Castaño debería tener libertad de movimientos para formar su propio consejo de administración y dirigir la entidad desde el propio estadio heliopolitano. Se entiende que el Betis genera el suficiente dinero como para garantizar un presupuesto decente, los avales del señor Lopera e incluso un crecimiento en lo deportivo con el paso del tiempo. Lopera seguiría siendo el máximo accionista y se le tendría al corriente de las grandes decisiones, pero la gestión del club en todos los apartados, desde el deportivo al administrativo, pasaría a manos de Manuel Castaño y su nuevo equipo en el consejo de administración.
Lógicamente, Pepe León abandonaría la presidencia, aunque no es descartable que siguiera en el consejo en un puesto de menor rango que el actual. Fuentes cercanas a Lopera ven complicado que éste ceda la gestión del club, aunque también reconocen que su estado de salud es delicado y que si la operación se hace con cortesía, reconociéndole su papel en la historia del club y su sitio como máximo accionista, podría darse el paso a una presidencia activa de la mano de un hombre con capacidad y conocimientos, y sobre todo con un buen puñado de acciones. Castaño, además, ha tenido la habilidad de mezclar la fidelidad a Lopera con la independencia en la gestión. Él fue, por ejemplo, el que fichó a Francisco Chaparro y Nogués.
