Hoy se abre un nuevo ciclo político a Castilleja de la Cuesta: deja la alcaldía Carmen Tovar y la asume Manuel Benítez. El PSOE espera que el relevo suponga un bálsamo en el municipio, donde una crisis interna les lleva meses amargando la mayoría absoluta. El pleno se celebra a las 20.30 horas en el Centro del Conocimiento (plaza de Julio Cortázar).
El primer teniente de alcalde y número 2 en el cartel electoral, asume la alcaldía de forma provisional a la espera de que en unos 10 días la votación de los concejales lo ratifique en el cargo, una elección en la que el peligro para el PSOE estará más en la falta de acuerdo entre sus propios ediles que en la oposición, apenas cinco de los 17 munícipes que hay.
Y es que la renuncia a la alcaldía de una mujer que estaba en el cargo desde 1997 tiene dos lecturas: además de haber recibido el nombramiento como delegada provincial de Gobernación, la regidora ha capeado los últimos meses con la rebelión de siete de sus 12 concejales, que la han acusado de autoritaria mientras ella ha criticado la ambición por el poder del portavoz de los crítico, Juan Manuel Anguas. Que esta facción -el mayor partido en el pleno- y los fieles a la alcaldesa superen sus diferencias es crucial para el PSOE y necesario para que el número 2 sea confirmado como alcalde en otro pleno dentro de unos días.
Éste declaró que esperará a su investidura - "todavía no soy nada"- para anunciar el calendario de conversaciones con la ejecutiva provincial para conformar el nuevo equipo de gobierno. No se pronunció acerca de negociar con el sector de los críticos, aunque anteayer expuso que los primeros objetivo suyos serían cerrar la crisis interna del PSOE y profundizar la inserción del pueblo en la Gran Sevilla.
Por su parte, el líder de los críticos declinó efectuar declaraciones "hasta que no se produzcan reuniones" para regular las relaciones entre las familias socialistas. En todo caso, el nuevo alcalde tiene dos posibilidades: cerrar la crisis en este feudo socialista histórico en el Aljarafe o volver a abrir las heridas en lucha por el control local del PSOE durante la asamblea, prevista para el mes de octubre.
