Juanita Castro, hermana de Fidel y Raúl Castro, ha pedido al actual presidente de Cuba que emprenda la transición hacia la democracia porque, tras 50 años de régimen comunista, está demostrado que el "proceso es un fracaso rotundo".
"Ojalá sea el instrumento para que se produzca la transición en Cuba. Tal vez él sea la persona indicaba para lograr que en Cuba haya libertad, democracia, que no existan más presos políticos. No pueden seguir eternamente en el poder", explicó en una entrevista con Efe a raíz de la publicación de sus memorias, Fidel y Raúl, mis hermanos: La Historia secreta.
Desde que Fidel enfermara en 2006, Juanita, de 76 años, ha exhortado a su hermano Raúl a liderar el proceso de cambios en la isla caribeña, tan esperado por la diáspora cubana. "Ha sido un poder de violencia, de dictadura, de lo peor que se le puede hacer a un pueblo. Han fracasado, no pueden seguir experimentando", afirmó Juanita que reside en Miami, bastión del exilio cubano en Estados Unidos.
La protagonista del libro recordó que el exilio cubano la atacó "demasiado fuerte" cuando llegó en octubre de 1964 a Miami, una actitud que calificó injusta. "No fue justo ese trato. En la actualidad unos me quieren, otros me odian. Acá hay muchos infiltrados del régimen comunista que tratan de hacerme todo el daño que puedan. Esos elementos le hacen mucho daño a la causa de Cuba."
decisión difícil. Juanita, que hasta su jubilación fue propietaria de una farmacia en el suroeste de Miami, aseguró que estuvo enamorada de la revolución liderada por sus hermanos, pero, cuando traicionaron los ideales democráticos, afrontó una difícil decisión: el silencio, o unirse a la CIA para luchar contra el régimen. Y optó por lo segundo. "No fue fácil, pero frente a tanta injusticia tampoco me fue difícil. Era consciente que la ruptura familiar sería fuerte, violenta. Tenía que escoger: o me resignaba y aceptaba ver todo lo que estaba pasando o actuaba y me decidí por lo último", expresó.
El trabajo que Castro realizó para los servicios de inteligencia norteamericanos consistió en esconder a las personas que perseguía el Gobierno de sus hermanos, transmitir mensajes a otros colaboradores de la CIA dentro de la isla caribeña y trasladar en su vehículo armas en bolsas hasta sitios de los que no sospechara el servicio de Inteligencia cubano.
Antes de sus contactos con la CIA, Juanita realizaba labores en contra del Gobierno castrista tras percatarse de que sus hermanos estaban traicionando lo que habían prometido: "pan con libertad, pan sin terror, una verdadera democracia, justicia social". "Terminó siendo todo lo contrario, ellos decidieron tomar el camino del comunismo, del marxismo. El pueblo cubano nunca respaldó una revolución comunista, luchó por cambios democráticos", preció.
Juanita recordó que luchó mucho por la revolución cubana, que triunfó el 1 de enero de 1959, pero poco tiempo después de la victoria se sintió "decepcionada " por el rumbo del proceso con medidas radicales como los fusilamientos. "El primero que comenzó a tomar medidas radicales fue el Che Guevara. Allí se empezaron a hacer juicios sumarísimos y el primero que estrenó el paredón en Cuba fue el Ché", comentó.
En el libro, se pregunta: "¿Tuve remordimientos por traicionar a Fidel al aceptar reunirme con sus enemigos? No, por una razón: yo no lo traicioné a él. Él fue quien me traicionó a mí. Él nos traicionó a los miles que sufrimos y peleamos por la revolución que nos ofrecía."
