Presentación de los vinos en el restaurante Milongas. / J.C.
Días atrás fuimos convocados a la presentación de dos nuevos vinos de Bodegas Salado de Umbrete, el mismo día terminaron de pegar las etiquetas de algunas botellas, en este caso para probarlos junto a diversos cortes de carnes de vaca argentina elaborados en la magnífica parrilla del restaurante Milongas de la calle Campo de los Mártires, donde la familia de Rafael Martín, con su hijo Fernando de magnífico anfitrión de sala y su hija Verónica apoyando, dan tan bien de comer y atienden con una gran profesionalidad y respetuosa simpatía.
El encuentro entre los vinos de Umbrete, Aljarafe sevillano y las carnes gauchas parecía a priori difícil, pero en las cinco armonías que se ofrecieron, no desentonaron mucho salvo alguna excepción. Fran León de Bodegas Salado fue presentando los vinos, mientras Fernando Rincón hacía lo propio con las carnes, todo bajo la organización de Urbano Fernández de la agencia De Copas por Sevilla.
Abrió el fuego Umbretum Brut nature, espumoso de Garrido Fino, uva autóctona sevillana, que ayudó a limpiar la grasa de una entraña perfecta de punto. Espectacular la Punta de Picaña, corte del cuarto trasero de la vaca que nos resultó la más sabrosa de la noche, acompañada de Fina Blanca Paloma, si esta armonía nos sorprendió, se quedó corto y dulzón el oloroso Tío Pedro con el entrecot (lomo bajo) que adoleció de un punto de sal. La primicia y gran sorpresa vino con el Astarté un blanco con barrica que dará que hablar, se probó con solomillo. Por último un tierno lomo alto jugoso y sabroso, sirvió para presentar Turdetano Tempranillo.
